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Título: El maldito asesino

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Título: El maldito asesino

Maira levanta la voz resonando por las calles pricipal de una comisaría, su felicidad era notorio y es que cobraba venganza de la muerte de su primo preferido; sus ojos perseguían al tipo encapuchado con bolsas abajo de sus ojos siendo muy resaltantes.

El presunto asesino posee una sonrisa aterradora que la usaba constantemente como signo de burla, era obvio que es el que quitó la vida del ojiverde.


-¡Espero que te pudras en la cárcel!-la madre soltera lanza con rabia acompañada de la pareja de su familiar-No puedo creer que ya agarraron al asesino, Joel-observa al serio rizado que más parecía distraído

-Perdón, me está doliendo la cabeza-masculla dando pasos alejados de la gente que apoyaba la marcha recargandose en un poste de luz distante; sus dedos sacan de su bolsillo un cigarillo de un sabor relacionado al menta hundido en sus pensamientos

El palito lleno de tabaco lo coloca entre sus labios sin apretarlo con fuerza sacando el escendedor prendiendolo con la necesidad de fumar tranquilo; se sentía feliz.

Sus ojos marrones analizan el cielo nublado con un color desagradable, podía quedarse todo el rato apreciandolo hasta que el escandaloso ruido de su teléfono suena con un número desconocido.

Con su pulgar desliza la opción de contestar acercandolo a su oído mientras aleja el cigarrillo de sus labios algo resecos retirando el humo que se acumulaba en su boca.


-Hola Joel-saluda el desconocido de la otra línea con una chispa de felicidad-¿que tal la buena noticia?

El alto voltea a verificar que nadie lo ve alejandose más de la audiencia respondiendo de mala gana al joven del número sin guardar que esperaba la repuesta con ansias.


-Te dije que no me llamaras ahora-el tono de voz de Pimentel se transforma a una de rabia arrastrando las palabras de sus labios-estoy aburrido de esta mierda, creeme que me siento feliz por la captura del asesino del amor de mi vida-lo último causa una carcajada sonora del maliante incomodando al que andaba de luto

-¿Lo amabas de verdad?

-Lo adoraba mucho, era lo mejor que podía tener-las palabras del trabajo estable son bajas jugueteando con el cigarrillo absorbiendo un poco más-como dije en las entrevistas, la palabra amar era muy chica para referirme a como me sentía con él

-¡Huy no! El romántico, voy admitir que él era un buen chico y no entiendo como puedes decir toda esa mierda sin sentirte culpable, tan actuado lo tienes

-¡Callate, hijo de puta!, yo amo a Erick-declara furioso Joel tirando la colilla del cigarrillo al piso aplastandolo con su zapato de cuero lustrado

Maira camina preocupada acercandose a verificar el lugar que se  hallaba el de altura buscandolo con pasos lentos sin emitir un ruido con sus zapatillas.


Su preocupación se incrementa pensando lo peor ahora que perdió a su ser querido quedando algo traumada; acaricia sus delgados brazos por el frio asomandose entre los callejones con diminuta luz.

Sus gritos cada vez se elevaban ayudandola a encontrarlo, sus labios se entre abren eliminando las palabras que diría al escuchar como el rizado habla la verdad del asunto.


-¡Lo acepto, maté a ese estúpido! Puedes callarte idiota, claro que me creyeron todo esos idiotas, creen que agarraron al asesino verdadero-la risa   se escapa siguiendo sus pasos de largo entretenido

El rizado voltea borrandose su sonrisa quedandose inmóvil al ver a la mujer con el rostro lloroso señalandolo con decepción.


-¿Mataste a...Erick?-la inocente de sexo femenino tiembla sin poder reaccionar por largos minutos-¡Me engañaste todo este maldito tiempo para tener al asesino de mi primo al costado!

-No lo maté-el mentiroso habla con calma levantando sus brazos para que mantenga la calma acercandose a ella

-¡Alejate, no des un paso más! Yo confíe en tí, me engañaste como hiciste a las demás personas, ¡voy hacer que te cagen la vida Joel!

El nombrado traga en seco maldiciendo por ser descubierto creandose un nudo en su garganta sin poder hablar.

-Vas a morirte en un celda, ¿como puedes quitarme a mi primo?, sabías que lo adoraba tanto, por tu culpa siento el vacío en mí desde que desapareció, tú viste como sufrí queriendo encontrarlo

-Yo amo a Erick

-¡Ya no mientas! Eso no es amor, maldito enfermo, eres peor que cualquier cosa, ¡yo te dí mi confianza, Joel! y ¿cómo me pagas?...matando a la única persona que tenía en mi vida

matando a la única persona que tenía en mi vida

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¡Nota de la autora chusca!

Amiguis intenté hacer lo mejor que pude, de verdad que tenía ganas de editarlo pero con estar enferma casi la mayoría de tiempo me duele la cabeza.

Espero que les guste el final aunque es algo muy lamentable, muchas gracias con el apoyo, les agradezco mucho.

Los quiero.

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𝑴𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔 ¦¦ ᴊᴏᴇʀɪᴄᴋ ¦¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora