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Título: Primera vez

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Título: Primera vez

-Eres tan hermoso-el rizado susurraba embriagado por la fragancia de su novio erizandolo por su respiración tan apegada a su cuello-hueles tan rico

La confianza entre la pareja crecía a un grado que podían hablar cualquier cosa sin incomodarse, aunque un detalle fue esa necesidad de la lujuria llamandolos.

Cumplían dos años de relación con algunos intentos fallidos, sus cuerpos se necesitaban nublando sus mentes por momentos de deseos.

Erick da pequeños movimientos sobre el regazo del mayor endureciendo su miembro; sus labios se unían dando una pelea con sus lenguas despertando esas ansias de seguir profundizandolo.

Las mejillas del ojiverde se tornaba de un rojizo llamativo apenado por la situación que se encontraba; su mente repetía que siga mientras su corazón latía desesperadamente.

La habitación estaba ordenada con detalles siendo especial su primera vez juntos, nada hacía perder ese toque romántico.

Las manos cálidas del rizado acarician las mejillas de su amado intercambiando miradas escuchandose de fondo sus respiraciones entre el silencio.


-¿Seguro que puedes hacerlo?-joel pregunta mascullando con preocupación depositando un beso en su frente-sino te sientes seguro y crees que te estoy presionado podemos parar

El muchacho de ojos de color lanza un suspiro de respuesta acumulandose el miedo, ama tanto a Joel que quiere entregarle su cuerpo y a a vez saber que él también lo es.


-No quiero parar-el de labios algo delgados crea un puchero deliniando diminutos círculos en el pecho trabajado de su pareja-me pones nervioso-su risa bajita causa que se sonroje más obteniendo un ardor en sus mejillas

La respuesta que necesitaba saber tranquiliza al mayor sonriendole por la aprobación llenando de besos su rostro.

Los nervios apoderan al de tez bronceada que siendo sincero llegó fantasear con este día, quería poseerlo haciendolo suyo mientras escuchaba su nombre salir de los rosáceos labios del menor aunque prefiere esperarlo el tiempo que sea necesario.


-Se siente raro-dice el de estatura hundiendo sus dientes en su labio para no soltar un sonido involuntario al sentir como su piel es succionada retorciendose del placer

-Tranquilo bebé-la voz ronca del chico de cabellera ondulada causa un escalofríos a su acompañante hundiendo sus largos dedos sobre su curvilienta cintura

Las prendas caían al suelo quedandose casi desnudos con un ambiente de lascivia lleno de jadeos o gemidos por el de cabello azabache.

Erick se apoya con sus rodillas sobre el suelo bajando el bóxer de su amado quedando atontado por el pene ajeno, traga en seco mirandolo por largos ratos.

-No sabía que tenías esto-los dedos del delgado sujeta el miembro masajeandolo acercandose a este restregando su aliento.

Erick nunca vió un pene que no sea el suyo o por fotos, pero no podía comparar el tamaño e grosor que estaba sintiendo con sus manos justo ahora.

-Bebé, nunca lo viste-susurra el desesperado rizado regalandole una sonrisa acariciando el sedoso cabello de un color negro

La boca de Erick chupa el glande adentrandolo con cuidado de que choque con sus dientes masajeando lo restante por no caber más, su lengua deja una línea de saliva disfrutando por los gestos de control del mayor.

El ojiverde siente una presión en su vientre al tener los dedos de su pareja en su interior dilatando su entrada.

En unos mimutos se podía ver como el más bajo se aferraba a los anchos hombros de su novio al introducir su pene chillando por la no impresión.

El que recién perdía la virginidad siente una lágrima rozar su mejilla entre el beso esperando que cambié el dolor al placer convirtiéndose una noche larga de gemidos.

Sus corazones latían amandose mutuamente; acelera los movimientos dejando marcas sobre la piel del azabache uniendo sus labios acallando los soniditos de satisfacción.

Los gestos del rostro de Joel demostraba amor, dando una última estocada llenando al ruborizado chico más bajo que mantenía se respiración agitada ya que a la vez se corrió.

Este es el mejor día de sus vidas, que aún cansados se abrazaban durmiendo con esa sonrisita complice.

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𝑴𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔 ¦¦ ᴊᴏᴇʀɪᴄᴋ ¦¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora