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Título: No es mi culpa que seas idiota

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Título: No es mi culpa que seas idiota

Triste fue el comienzo de las etapas de las peleas, cada día obtenian un crecimiento que se volvía constante escucharse gritos en el hogar.

Esto era distinto a lo que Erick tenía en vista como es su pareja, el daño se mantenía intacto siendo inútil negar esto, aunque fue un día que las piernas del menor temblaron con miedo por el grito tan fuerte de Joel causandole escalofríos.


S

e podía sentir el temor en los ojos verdosos del muchacho, toda una tortura al saber que la persona que amabas estaba a tu delante en un mostruo, no un hombre cariñoso e preocupado.

Las lágrimas se desplazaban por las mejillas del bajo acurrucandose en la cama tapandose con las mantas hasta vista de su llegada.

Las frases divagaban en su cabeza atormentandolo e hundiendolo a sentirse depremido; las críticas del mayor se volvían frecuentes en cada acción del ojiverde.

Esa noche de Octubre volvía a renacer  en la mente de Erick que sonreía embobado, podía escuchar las ruedas de las maletas al cerrar los ojos recordando la primera reacción de su casa; esos días que lucharon hasta obtener el último centavo.

No todo en esto se encontraba felicidad, el de apellido Colón decaía al presenciar el rostro de su amado, uno que parecía estar...sin vida.

La preocupación ascendía en el muchacho de contextura delgada que corría hasta él cuidandolo, pero en uno de esos la voz de Joel se escapó con frialdad e repitiendo lo arto que estaba con su presencia.

El rizado le gritaba al menor deletreando cada palabra con enojo grabandola en su cabeza hasta ahora "No es mi culpa que seas idiota".

-¿Joel que te pasa?-cuestiona con miedo eliminando el tartamudeo dirigiendose al de cuerpo trabajado, aunque sabía que en algún momento llegaría a lloriquear a su frente sintiendose miserable

-¡Eres un inútil, eso es lo que pasa!- el de tez trigueña aprieta su puña caudando un ruido sonoro al tocar a la mesa obteniendo un brinco de susto por su pareja

Erick desconocía a su amado preguntandose si era él aquel muchacho tierno que estaba enamorado.

En las horas avanzadas que el cielo oscurecía, el de cabellera azabache se levantaba teniendo que arreglar todo simplemente por el miedo que le agarró a su querido; los intentos de escape siempre fueron fallidos siendo peor su regreso a su hogar .

Amaba estar siempre al lado de su Joey, con su mano acariarlo repitiendole cuanto lo quería mientras que él sonreí diciendo que tenía al mejor novio; la tetera suena sacando a la fuerza de los pensamientos al bajo repitiendole su realidad.

Quería ser fuerte, demostar que también podía cuidarse pero eso se eliminaba al escuchar sus palabras estrujandole su corazón.

La comunicación a su familia era nula, ni Joel se dignaba a comunicarse; agarra las tasas de porcelana colocando el agua caliente en su interior con precaución que se queme.


6:00 a.m

El ambiente se hallaba tenso combinado con un silencio incómodo,  las piernas delgadas del más bajo comienzan a temblar esperando los comentarios fuertes a su persona que el rizado suele lanzar sin filtro.

-Hoy voy a llegar temprano, no intentes hacer algo estúpido-el suspiro sale de los labios gruesos del mayor levantandose de la mesa rodando los ojos con desprecio

-Hoy voy a llegar temprano, no intentes hacer algo estúpido-el suspiro sale de los labios gruesos del mayor levantandose de la mesa rodando los ojos con desprecio

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𝑴𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔 ¦¦ ᴊᴏᴇʀɪᴄᴋ ¦¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora