2. Llegada

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(Editado)


Rachel Miller.

En todo el viaje al aeropuerto estuve pensando en todo lo que acaba de ocurrir voy a vivir con mi hermano y sus supuestos amigos y yo no sé si sepa controlar la situación de estar rodeada de tanto chicos.

¿Complicado? Si.

No sabía como actuar cuando llegará a esa casa o cuando mi hermano me recogiera en el aeropuertoya que eran dos años dónde nunca más volví a tener la misma conexión y comunicación con él, dos años donde no supe cómo desahogarme con él y no sabía si iba a tener la mayor confianza que tuvimos de pequeños.

— ¿Nerviosa? — pregunto papá mirándome por unos instantes

— Como no tienes idea. — respondí con una leve sonrisa.

— Ya verás cariño, con el tiempo te vas a volver acostumbrar a estar más tiempo con tu hermano y con sus amigos. — opino mi madre.

— Si claro mamá lo que tú digas. — hice una mueca en total desacuerdo con ella.

— Estás muy contestoncita Marie. — intervino mi papá.

— Solo tengo estrés, nada más. — respondí.

— ¿Y que tiene que ver el estrés aquí? — preguntó mamá con notable confusión.

La amaba, amaba demasiado que me contestarás las preguntas con otras preguntas. Esto era algo que nos caracteriza a las dos y cualquiera puede decir que soy una mini copia de mi mamá por el tremendo carácter que tengo.

— Bien, tengo una duda en estos instante. 

Solté luego de varios minutos en silencio.

— ¿Ya me inscribieron a un instituto o como es la cosa? — pregunté con duda.

Es verdad, me iba de mi país donde ya tenía una escuela para ahora irme a otro país para ir a una nueva escuela.

— De eso se encargó tu hermano así que tú relax que te va a gustar tu nuevo instituto. — respondió papá.

— ¿Seguro? — pregunté con desconfianza.

— Si cariño. — dijo.

Como si cambiarme de instituto fuera fácil.

¿Cómo voy hacer amistades nuevas si no soy buena socializando?

Uh, no puedo entrar a un instituto nuevo porque se que eso trae atención, problemas y otras cosas más que la verdad no me gustaría tener que mencionar.

— La puta madre que los pario. — grito mi madre.

Wuatafac.

— ¿Qué te pasa mujer? ¿Por qué demonios gritas? — preguntó confundido mi padre.

— Oh nada nada, solo me emocioné con la novela que estoy viendo. — contestó restándole importancia a su grito tan vulgar.

Loca.

Mi mente divaga una vez más observando el hermoso paisaje, aún falta medía hora por llegar al aeropuerto y yo ya me sentía nerviosa, asustada y ansiosa por llegar a dónde mi hermano. Juro una vez más que cuando llegué a esa casa me guindare como un koala a mi hermano, lo extraño tanto que ahora que voy a estar a su lado no me le voy a despegar porque lo necesito, necesito su calor y sus abrazos.

Viviendo con ellos (Borrador 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora