Viviendo con ellos (Borrador 4)

8. ¿Estereotipos?

(editado)

Rachel Miller.

Un día más en el nuevo instituto escuchando los estúpidos murmullos de que soy la hermana de Cristhoper Miller, lo típico, la hermanita chiquita del patético playboy mas codiciado del centro. Solo tengo tres días de estar dentro del instituto y realmente me siento agobiada de escuchar los cochicheó de la clase de gente que estudian en este instituto.

Mi desayuno era tranquilo con Jack a mi lado hasta que él muy inútil tuvo que hablar.

— Por favor Marie termina de comer para irnos ya. — comenzó a zanrandearme de un lado a otro.

Estaba apunto de soltar mi mano y estamparla en su perfecto rostros, pero lo intente ignorar y paró, gracias al cielo.

— Buenas.

Todo empeora cuando la tan irritable voz de Cristhian resuena en mis oídos, mi primer instinto es mirarlo de la peor manera posible y y me miró raro.

— ¿Por qué demonios comes tan lento? — preguntó observándome con confusión.

— Que te importa. — respondí si verlo.

ahorita solo tengo cabeza para mi hamburguesa y ellos solo me estresan la paciencia a mi alrededor

— Le estoy diciendo que se apuré y no me hace caso. — dijo Jack agachado la cabeza.

Ya no soporto tanto, algo que odio cuando estoy en grupo es que me presionen o me apuren con algo que no puedo, así que lo primero que hago es coger aire y tomarme el puente de mi nariz entre mis dedos, buscando la poca paciencia que de por si ya se esfumó de mi alrededor.

— Que demora...

— ¡Déjenme en paz! — exclamé golpeando la mesa logrando captar la atención de media cafetería. — Si te quieres ir Jack, vete. — le hice una señal hacía la puerta y agacho la cabeza con vergüenza. — Es más no te vayas, lárgate. — le sonreí de mala y asintió.

Un suspiro de alivio quizo salir pero, la sonora risa de Cristhian timbró en mis oídos y en ese precisó  instantes quise que el piso se abriera y la tierra se lo tragara por tocarme los malditos ovarios cada vez que puede.

— Hoy la nena se levantó con el pie izquierdo

Y para rematar, creo que preferí mil veces que la tierra me tragara a mi en vez dé Cristhian, cuando escuché la voz burlona de Noah.

¿Dios, te lo llevas tú o me los llevo yo de un coñazo?

No quería tenerlos cerca a ninguno a excepción de Jack porque estaba conmigo en las misma clases y lo tenía que soportar a pesar de ser popular por los pasillos del instituto.

No me aguanto la boca y habló más clamda.

— Creí haberles dicho de que no los quería cerca mío a ninguno porque quiero mi vida en paz sin ningún tipo de rumor mío por los pasillos, solo por vivir con usted y pareciera que fue en vano lo que dije porque siguen aquí y no me agrada ni un poco que la gente me esté mirando como si fuera afortunada de vivir con idiotas como ustedes. — jugué con mis dedos intentado retener la picazón de la molestia que sentía. — Así de muy buena manera les voy a pedir que me dejen sola y no se me acerquen. — finalicé.

El trío de idiotas me observaron con una pizca de disgusto en sus rostros y me encogí de hombro restándole importancia, pensé que había dejado muy en claro que si llegaba al instituto con ellos no quería tener ningún tipo de rumor mío por los pasillos solo por estar con ellos por eso quería estar sola porque mi mente no me da para pensar cuando escucho mi nombre en bocas de gente que le gusta crear chisme mal contandos.