My inmortal

Sin explicación

Abri mis ojos sintiendo pesadez en estos, sentía un dolor infernal en mis piernas y mis costillas

Observe el lugar donde me encontraba y era un cuarto de hospital, escanee el lugar y vi a Sean dormido en el sillón de la habitación

-Sean- Susurre, en ese momento entró mi madre acompañada de un doctor

-Despertaste cariño- Dijo mi madre, por lo visto se veía angustiada

-Llevabas una semana en coma- Dijo el medico revisando me

-¿Dónde están mis amigos?- Pregunte

-Están en la cafetería-

-De acuerdo-

-Bueno al parecer aparte de tu pierna y costilla rota todo en tu cerebro está bien- Dijo el doctor con una tranquilizadora sonrisa

-Gracias a Dios- Dijo mi madre

Luego de responder un sinnúmero de preguntas departe del médico, mi madre y el salieron de la habitación, me acomode como pude en la cama y observe a Sean removerse en el sillón, se veía sin un rasguño, como si no le hubiese sucedido nada en el accidente

Cerré los ojos para poder tratar de recordar todo con mejor precisión, los abrí de nuevo y note a Sean observándome desde el otro lado de la habitación con una tranquila sonrisa

-¿Por qué tu estas bien y yo hecha mierda?- Pregunte riendo

-Porque los hombres somos mas fuertes- Dijo mientras caminaba hacia mi -¿Cómo te sientes?- Pregunto tomando mi mano

-Horrible, cuando respiro siento como si me apuñalaran mil veces-

-Eres una quejosa- Río y yo también

-Necesito cariño- Dije haciendo un puchero

-Y aquí estoy yo para llenarte de amor- Dijo depositando un beso en la comisura de mis dedos

-Me alegro que estés bien- Sonrei débilmente, el abrió la boca para decir algo pero el sonido de la puerta abriéndose lo hizo cerrarla de golpe

Observe a mis amigos, los cuatro llevaban ropa negra y no entendía porqué, gracias a Dios nadie había muerto

-Me alegro tanto de que estés bien- Soltó de golpe Anastasia

-Tenías razón, era una muy mala idea, no debimos haber echo esa maldita carrera- Dijo Edward

-Tranquilos chicos, estamos todos bien y no hay nada que lamentar- Sonrei y ellos se miraron entre sí confusos

-¿Recuerdas lo que pasó Anne? Sean- Decía Emily pero de repente Sean dejo caer una bandeja que estaba al lado de la cama interrumpiendo a Emily, lo observé fulminante y el me hizo su sonrisa de disculpa

-¿Qué mierda?- Pregunto confuso John

-Disculpen a Sean, hiere su ego que de todas formas haya perdido la carrera- Dije riendo, los cuatro me observaban como si me hubiese vuelto loca

-Lo siento, debo- Dijo Anastasia con voz rota -Debo hacer algo- Dijo saliendo con prisa de la habitación

-¿Qué le sucede?- Pregunte preocupada

-Nada, Anne- Sonrió Emily -Iré con ella- Dijo para luego salir de la habitación, observe interrogante a los chicos y ellos se encogieron de hombros, era obvio que algo me ocultaban.

Narrado por Anastasia

Tuve que salir de esa habitación de hospital rápidamente, no soportaba verla creer que Sean había sobrevivido, no encontraba las palabras para poder decirle que el había muerto en el accidente, que su mente era que le hacía creer que el seguía aquí

Lloraba en uno de los asientos de la sala de espera cuando sentí una mano acariciar mi espalda, levante mi vista encontrándome con la mirada rota de Emily

-Tenemos que ser fuertes por ella, el médico dijo que era normal que viera o pensara cosas extrañas debido al golpe en su cabeza- Dijo sentándose a mi lado rodeando mis hombros con sus brazos

-Me duele verla de esta forma, no quiero imaginar cómo estará cuando sepa que murió-

-Por eso tenemos que ser fuertes, para estar ahí para ella cuando sepa la verdad-

-Ella y Sean eran lo más parecido a perfecto que alguna vez había visto, se complementaban y ahora simplemente, el no está- Dije quebrando me nuevamente

En el sentido de amistad, Sean y yo éramos los más cercanos, el era como un hermano para mi y el hecho de que ahora simplemente no estuviese me abrumaba a sobremanera

-Anastasia mi amor- Dijo John acercándose a mi

-No lo soporto John- Dije llorando mientras lo abrazaba

-Estará bien amor, tenemos que ser fuertes- Dijo acariciando mi cabello, definitivamente la muerte de Sean se había llevado gran parte de cada uno de nosotros, y no quería imaginar cuanto se llevaría de Anne.