Capítulo IV: La trinidad de Losheim

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13 años antes del presente...

Las gotas de la lluvia caían, era el páramo que dividía el horizonte de Losheim, y el horizonte de Delkraght; páramo llamado "La Gran Frontera", porque separaba a las dos regiones con más rivalidad de todas... Estaba todo el ejército de Losheim, con su comandante: Freud, mano derecha del rey, padre de Esvhim; y enfrente de él, estaba el ejército de Delkraght, con su comandante Einor, respetado por cada soldado que estaba allí, junto a su hermano: Sékhiro, en su primera guerra y con tan solo dieciséis años... Estaban por aclarar las cosas y resolverlas... O al menos, eso quería Losheim...

Einor: Es bueno verte, anciano, aunque siempre que te tengo cara a cara hay muertos cerca.

Freud: Estamos aquí para cumplir demandas de nuestras regiones, Einor, lo sabes muy bien.

Einor: Sí, sí, eso lo sé... - Alzó la mirada al frente y levantó su hacha con resorte - ¡SI YO GANO ESTA BATALLA, DELKRAGHT TOMARÁ CONTROL DE LOSHEIM, Y ESTA DESAPARECERÁ!... Es nuestra demanda, anciano.

Freud: No sé por qué no me sorprende su demanda, Einor... - Mientras levantaba su espada hacia el cielo – ¡Si Losheim gana, Delkraght tendrá que dejar atrás esta rivalidad y rendirse de una vez por todas!

Einor: Escuché tus demandas anciano, ahora tenemos que representar nuestras regiones... Quien gane, cumplirá la demanda de su región

Freud: No sé si estés listo, joven guerrero.

Einor: Lo estuve desde hace tiempo...

Fue entonces cuando Einor se abalanzó para atacarlo con su hacha, Freud esquivó ese ataque, y quiso introducir su espada en su armadura, pero Einor también lo esquivó... La batalla fue muy igualada, Freud tenía la experiencia en batalla, y la sabiduría de los ataques a los que se enfrentaba; y por otro lado, Einor era joven, tenía más agilidad y mejores reflejos que Freud... Fue una larga batalla de dos horas y media, tanto Freud como Einor estaban muy heridos, cortes por todos lados, moretones, algún que otro hueso roto, pero a pesar de eso, eran guerreros y seguían de pie...

Einor: - Mientras respiraba con dificultad – No pensé que un anciano cómo tú aún pelee así de bien, me has sorprendido, Freud.

Freud: - Limpiándose la sangre del brazo derecho – Solo tengo cuarenta y siete años, Einor, no soy un fósil.

Einor: - Mirando a Einor con rabia – Lo serás pronto...

Einor levanto su hacha, pensando que era una guillotina para partir a Freud a la mitad, o al menos a su espada, en caso de que bloqueara el ataque... Pero no salió como esperó. Freud hizo un movimiento para la izquierda, y justo cuando Einor iba a caer con el hacha, se movió para la derecha... El hacha de Einor quedó estancada en la tierra y el pasto, Freud lo apuñaló con su espada... y Einor murió... Las lágrimas caían en el joven rostro de Sékhiro... La rabia y el odio lo consumía... Alzó su espada, y corrió velozmente hacia Freud, clavándosela en el corazón...

Sékhiro: - Mientras una lágrima caía por su rostro – Delkraght toma lo que quiere...

Freud: - Con voz agonizante – Era un... Trato... Niño...

La guerra se desató, Sékhiro se llevó a su hermano mayor lejos de la batalla mientras lloraba, lo llevó con los médicos que habían ahí en ese momento, pero era demasiado tarde... Einor estaba muerto... Sékhiro, solo podía llorar...

Drauvil: Tu hermano fue un gran general, Sékhiro, pero ahora tienes que pelear... Luego decidiremos tu futuro, si serás un dedo más en la mano de Delkraght o no.

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