Al caer la oscuridad

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El mundo podía irse al carajo, ella por ser mujer no dejaría de lado sus sueños ni aunque eso implicara ganarse el desprecio de sus familiares pues la sociedad era mayormente machista, considerando a las mujeres como amas de casa, incubadoras, posesiones de los hombres y Mikasa estaba en contra de eso.

-¿Mikel Ackerman?-Quizás sus métodos no eran los mejores del mundo pero si deseaba ir a esa expedición no le quedaba de otra más que pasar inadvertida y la única manera era vistiéndose de hombre.

-Aquí-Su cómplice Eren Jeager la observaba, suspiro cansino.

-El capitán nos espera, anden ya o el barco partirá sin ustedes dos-Eren y Mikasa se encaminaron hacía la enorme navegación.

No eran los únicos en ir a esa expedición a tierras desconocidas. En el océano estaba una isla de forma peculiar, antes no podía verse por las tormentas alrededor de ella, cubriéndola una densa capa de nubes negras que asemejaban un gran remolino lleno de relámpagos en tonalidades anaranjadas, azul y verde.

-Prometiste que si te ayudaba con esto dejarías de comportarte como un varón y espero que así sea. Estas por casarte con mi hermano y Zeke no es tan complaciente como yo-Reunidos en la zona donde el líder de la expedición daba a conocer el sitio al cual irían, Eren retomaba su papel de macho dominante ante su futura cuñada.

-Esta parte de ti es la que me molesta-Mikasa estaba sentada a un lado de su futuro cuñado.

-Ya somos dos-Aquel joven de castaña cabellera al ras escuchaba a ese científico.

Eren no estaba del todo convencido de ir a esa expedición, si se hallaba dentro de esa navegación era por la insistencia de Mikasa, aún no entendía cómo lograba convencerlo de ayudarla en sus locas ideas.

Ya se había ganado más de una reprimenda por parte de su hermano mayor al estar alentando a su prometida para comportarse como un varón, usando pantalones y haciendo tareas que eran de hombres.

-Lo que ven es una imagen satelital de la isla, la hemos nombrado clavera por la peculiar forma en ella-Mikasa observaba atenta-Tengan por seguro que los rusos ya saben sobre esta isla y no tardaran en poner sus manos en lo que sea que haya dentro de la isla. Nuestra misión es investigar los minerales que la componen y las especies que la habitan.

-¿Oyeron eso, chicos? Ahora somos científicos-Un grupo de soldados se encargarían de escolar a los científicos en su expedición, aunque no estaban muy contentos pues deberían estar en casa y no yendo a una misión de dudosa procedencia.

Las risas se escucharon, Mikasa estaba hastiada. Los hombres y sus bromas fuera de lugar, ella prefirió quedarse cerca de Eren porque lo que menos deseaba era tener problemas con el capitán de la navegación al ser supersticioso, creyendo que si una mujer iba con ellos la mala suerte los perseguiría.

El gran océano se abría ante sus ojos, el color turquesa del agua así como el cielo de tonalidades azul y al final un denso banco de neblina.

Mikasa junto a Eren apreciaban aquella majestuosa obra de un ser superior a ellos, relámpagos se formaban al adentrarse en ese banco de neblina y se percibía el clima más frio de lo normal.

-Bien señores, este es el plan: formaremos seis grupos de exploración y en cada uno ira un líder de equipo-Para suerte de Mikasa, uno de los lideres de grupo era Eren.

Descendieron en botes acompañados por los soldados que estaban preparados y armados hasta los dientes para lo que sea que se enfrentaran en aquella isla.

La neblina se disipó, el cielo era tan claro y se notaban las formaciones rocosas exuberantes en las que predominaban plantas desconocidas hasta ese momento. Mikasa tomaba fotografías de todo lo que sus ojos veían, ese era su trabajo y no quedaría mal.

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