3
En ese instante sus ojos se iluminaron y algo se removió dentro de ella, sin embargo no preguntó más.
Pasó el día, así como la semana.
Ahora, era una noche fria, y ella apuntaba con un arma mientras dejaba salir lagrimas imperceptibles en sus ojos.
—Lo siento, Hakuba. Pero no puedes salvarme. —dijo con aquel aire frío sobre ella, ojos gélidos en su rostro. —Estoy atada a Spider por razones ajenas a ti. Agradezco tu intento, casi logras que...
El rubio rió y cerro los ojos un momento.
—Tú... Robaste mi corazón, señorita. —afirmó. —Y aunque seas una asesina, no podría dejar de amarte.
Ella mordió su labio entre la oscuridad. Un disparo inundó la fría noche, la mujer desapareció dejando a Hakuba lastimado, en un fallido intento de matarlo por seguir el caso del asesino ilusionista. Después de todo, ella no podía matar a la persona de quién se había enamorado.
Entre su dolor, Hakuba diviso una nota tirada en el suelo.
"No soy una princesa en peligro que necesita ser salvada en un cuento de Hadas, y tú no eres mi príncipe azul. Soy la villana, quién merece morir. "
Hakuba apretó la nota, sofocado y lleno de rabia.
Los años pasaron y detective jamás la encontró de nuevo. Incluso capturó a Spider.
—Ah... —El asesino resopló desinteresado. —La mate por fallar en su misión. —confesó con una sonrisa torcida. —No sabía que era importante para ti, detective.
La impotencia de Saguru fue tanta que se limito a tomarlo por el cuello de forma amenazante.
—¡Tú...! ¡¿Cómo...?!
Su amor de adolescencia, se fue.
Aquella mujer que siempre veía coqueteando con otros sin algún tipo de celos, ya no existía.
¿Cuando paso?
Que terrible, el tan corto y raro amorío que sostuvo hacia años, se esfumó. No como su amor, cuál permanecío sufriendo por algún tiempo más largo.
No pudo hacer nada, se acabó.
Fin.
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El principe y la cortesana.
FanficHakuba Saguru x Lectora. Una nueva alumna en el instituto Ekoda roba de inmediato el corazón de Hakuba. Es una chica peculiar, pues ama coquetear con otros chicos. Pero el hasta ahora platónico amor, cambiará cuando Hakuba descubra que es una subor...