3. "La lista de muerte."

2.4K 167 68
                                    

LEAH.

Me cambié regañadientes para el instituto. Detestaba mi cabello. Me vestí aquellos pantalones engomados junto a una camiseta de tirantes oscura y una chaqueta mezclilla. Me coloqué mis botas, tomé la mochila colocándola sobre mi hombro y salí de la habitación con el casco de la moto en mano. Llegué al salón y allí estaban Scott junto a papá, que voltearon a verme altos sorprendidos.

—Wow...

—No quiero ninguna palabra. —gruñí y me encaminé hacia el garaje con mi hermano detrás.

—Te ves bien. —me elogió Scott y lo observé.

—Sé que no lo pregunté antes...—comencé y él frunció su ceño— ¿dónde está?

—¿Quieres la verdad? —asentí algo dudosa— Se marchó junto a Allison y su padre luego de que murieras. —tragué saliva— ¿Lo llamarás?

—No. —me coloqué el casco y subí a mi moto— Es mejor así. —hasta que recordé lo de mamá— Oí lo que mamá te dijo anoche...

—Sé que diga lo que diga, harás lo que quieras.—sonreí, me conocía bien— Así que es mejor mantenerte informada.

—Soy toda oídos.

Llegamos al instituto, aparqué la moto junto con Scott y me quité el casco. Extraña este lugar. Me bajé y comencé a caminar junto a mi hermano hacia la entrada del edificio. Recibí muchas miradas y algunos murmullos. Era entendible, estaban viendo a un fantasma. Pero en este caso, estaba rubia.

—Así que fui la contraseña de una lista de muerte. —mi hermano asintió— Perfecto, soy la clave para todo.

Rodó sus ojos— Ahora que estás viva, deberás tener cuidado con absolutamente todo. No es solo un asesino, aún no sabemos cuántos saben la existencia de esa lista.

—Vaya...—sentí una mirada en mí— ¿Ella McCall?

—¿Qué hay, Stilinski? —fingí mi voz y sonrió divertido— Nunca me acostumbraré a esto.

—Lo harás. —me apoyó Scott y lo miré obvia— Además, el rubio te queda.

Una sonrisa se escapó de mis labios— Lo que digas.

—Bueno, Ella, tenemos que ir a clase. —rodé mis ojos a lo que Stiles dijo. Había estado preparándome mentalmente para soportarlo, tenía que reconocer que no era el nogitsune.

—Andando, primo. —me colgué del brazo de mi hermano y nos encaminamos a clase.

Observé a Derek sosteniendo a un niño por el cuello y los ojos de éste estaban dorados, al igual que sus caminos estaban sobresalientes.

—¿Por qué nadie me cuenta esto? —me quejé y recibí una mirada de los tres.

El chico se calmó cuando mi hermano lo llamó. Es su alfa. Vaya.

—Tienes razón. Es explosivo. —habló Derek y luego lo soltó haciendo que el chico nos observara.

—Así que, ¿este es el novato? —hablé burlona cruzándome de brazos.

—Lo es. —me respondió el ojiverde y recibió mi atención.

—Este es tuyo. —Scott le tiró el palo de Lacrosse y el tal Liam lo tomó, luego se volteó para observar a Derek haciéndome sonreír.

—Tranquilo, chico, no muerde. —dije divertida y el timbre de clases sonó.

—Ve a clases, Liam. —le dijo mi hermano y volvió a observar al ojiverde una última vez, luego a nosotros y se marchó.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 25, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

The Little McCall IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora