Los Hijos De La Luz Ángeles & Demonios

Revelando la Profecía de Inista

A las seis de la mañana suena el timbre de mi casa, por un instante pensé que era el taxi; que había pedido mi madre, para que la llevara al aeropuerto. Ya que tiene un viaje de negocios, en la Ciudad de Chicago, pero no era así. Al cabo rato ella entra a mi habitación y acercándose a mí, me dice – Brayan despierta, Jhon te está buscando –.

Como había pasado toda la madrugada pensado en el viaje del Padre Damián, a los Ángeles y de la posibilidad de que Selene fuese la chica que estamos buscando. Se me había olvidado, que quede con Jhon de ir a recoger a Alan al aeropuerto. Para salir de mi sospecha con Selene, le digo a mi madre – Dile que nos encontramos en el colegio –.

- Porque no bajas, y se lo dices tú.

- Tengo pereza mamá, además quiero dormir un rato más.

- Está bien, yo le diré.

Al bajar mi madre para hablar con Jhon, me levanto de inmediato de mi cama; y toma mi toalla para entra al baño, ya lo había decido. Hoy era el día, en saber si Selene es la hija del Arcángel Samuel.

Después de la disculpa que me dio la Señora Elizabeth, por parte de Brayan. Me alegraba saber de qué él hubiera podido dormir, ya que yo no pude conciliar el sueño, primero por lo de las gárgolas y segundo por el regreso de Alan. Al acercarme al carro del Agente Larry, me pregunta por Brayan y le digo – Él, está durmiendo aun; y dudo mucho que hoy valla a clases –.

- Será mejor que subas.

Subiendo al carro, y colocándose el cinturón de seguridad, le digo – Y después de todo, el Detective Lewis –.

- Viajará con el padre Damián, a los Ángeles.

Al llegar a aeropuerto, me bajo del auto; mientras el Agente Larry parquea el carro. Al entrar al aeropuerto, me dirijo de inmediato a la sala de llegada internacional; para esperarlo. Cuando miraba hacia la puerta de llegada, él se me acerca por la espada tocado mi hombro y me dice – Pensé que no vendrías –.

Al voltearme le digo – ¿Desde cuándo llegaste?

- Llegué hace diez minutos, y dime como estas las chicas.

- Bien. Le contestó.

Alan mira para todos lados, y me pregunta – ¿Dónde está Brayan?

- Para decirte donde se encuentra él, tengo muchas cosas que contarte.

- Por tu tono de voz, se nota que muy importante. Será mejor salir de aquí. Me dice Alan.

Cuando caminábamos hacia la salida del aeropuerto, vemos a Luna y Angelín con el agente Larry. Alan al verlas me dice – Ellas que hacen aquí –.

- Esa es una, de las cosas que te quería hablar.

- Pues dime ahora.

- Luna descubrió, que tú no estabas enfermo como se lo hice creer al comienzo. Supo que te encontrabas en Roma, exactamente en el Vaticano.

- Creo que tenemos problema. Me dice Alan.

- Sí. Luna desde ayer, está muy seria conmigo.

- Y el agente Larry. No me lo digas, lo llamaste para economizarte lo del taxi.

- Si y no –. – Te puedes explicar –.

- En el día de ayer, hasta altas horas de la madrugada fuimos atacados por gárgolas.

- Repíteme lo último. Me dice Alan.

- Por gárgolas. Le digo.

- No me digas que –. – Si, exactamente lo que estas pensado –.