Palabras Perdidas

Me quiero casar contigo

Una noche más que la inspiración me encuentra abrazada a tu sonrisa.
–El hombre de mi vida –dije.
Y tus ojos, más o menos expresivos, gritaron lo que tu boca no se atrevía a decir. Fueron una ventana abierta y dejaba ver un sentimiento que enmudecía mis sentidos.
–Me quiero casar contigo –dijo, y añadió una analogía del tiempo.
La verdad, no sé si exista un tiempo correcto, aunque me pone a pensar si la teoría de la relatividad fue inventada por Einstein mientras se enamoraba rápidamente de alguien.
–Quizás –pensé.
Es cierto que muchos pasan años construyendo algo así y no lo logran. Entonces él y yo sí que somos especiales, y también este amor. Quizás no es justo colocarle un tiempo y dejar que desafíe leyes de tiempo y espacio.
Quizás la forma de medirlo sea en la fortuna de haberlo encontrado. Quizás su inspiración es inagotable y también nuestras noches de felicidad. Yo también quiero todo contigo, y te amo mucho más.
Buenas noches, amor de mi vida.