La libreta de Guido Mista

II.

Capítulo 2: Guido

Vaya, no pensé que fuera necesario. Pero ayer presencié un debate filosófico entre Fugo y Giorno, al parecer el chico de la suerte es un maldito intelectual también.

Claramente me colgué pasado la mitad de sus ñoñerías y seguí conversando con Narancia, aunque una pregunta me quedó rondando...

– ¿Quien eres? – le preguntó Fugo a Giorno, donde Giovanna salió con su debate.

– ¿Como sé quién soy? ¿Acaso tú sabes quien eres? ¿Soy lo que soy, lo que ves o lo que yo quiero que veas? – Fugo quedó reflexionando sus palabras y al ver su silencio, Giorno añadió – Solo soy un chico de 15 años con un gran sueño –

Vaya mierda.

¿Un sueño? ¿Qué sueño? ¿unirse a la mafia? ¿Acaso creía que esto era un juego?

tsk - chasqueó Abbacchio, para volver a colocarse sus audífonos.

Interesante, al parecer no le agrada el chico nuevo, ¿estará celoso por qué lo trajo Bucciarati y este último lo esta ignorando desde entonces? Interesante. Tendré que ponerle atención. Anotado.

Observar a Abbacchio. Observar a Giorno y su sueño. Buscar quien soy.

Espera, ¿¡lo último!? Igual es una buena pregunta, no estaría mal registrarlo por si algún día nos ataca un stand que elimina memorias.

Hola, si estás leyendo esto es porque soy yo, si no eres yo, date por muerto. Primer aviso.

Guido Mista y no tengo un sueño, creo.
18 años, nací y crecí con mis padres en un pequeño pueblo en el interior de Napoles, a los 15 años dejé la escuela y me vine a ciudad a probar suerte. A los 17 entre en la cárcel y tiempo después termine con una nueva familia: Pandilla Bucciarati.
Ahora estoy mucho mejor que cuando llegue a la ciudad y cada cierto tiempo les envío dinero en un sobre a mis padres bajo la firma de G.M, no los he visto desde que me marché. (Si perdemos la memoria, no olvidemos esto, por favor)

Disfruto de las cosas simples, un saludo o una conversación amena. Comida y una copa de vino. Si hay que trabajar, me pongo serio. Hace poco descubrí que tengo talento con las armas, supongo que era algo escondido desde el incidente y que se manifestó con Sex pistols, esas pequeñas balas siempre me exponen, no saben mantener secretos. A veces me cuesta ser imparcial con ellos, creo que Cinco es mi favorito.

– MISTAAAAAAA – llamaron las Sex pistols excepto Cinco que lloraba emocionado

– ¿Cómo que este idiota es tu favorito? – respondió Tres pateando a Cinco

– si, acaso te olvidas del favor que te hicimos con Seis y Siete al observar a Giorno anoche, ¡lo seguimos hasta al baño! – replicó Uno

– oi chicos, ni que les hubiese obligado a seguirlo, aparte ¿¡por qué están leyendo mis cosas!? – respondió alterado, mirando por si alguien escucho lo último.

– Idiota, somos parte de ti, sabemos todo lo qué haces y dices – añadió Uno.

– mmm – resignado, cerró la libreta. – ya no se alteren si los quiero a todos por igual chicos –

– Mentiroso – refutó Tres, al parecer era el más afectado con que prefiriera a Cinco.

Al mismo tiempo que los demás alegaban contra él, llegó Dos muy emocionado a donde estaban.

– ¿Por qué tan enojados? – observó, no importa, la información que obtuvo es la mejor hasta la fecha – Hey, préstenme atención – alzó la voz Dos. Al verse ignorado simplemente gritó – ¡Le dije a Giorno que nuestro color favorito era el de sus ojos!

– ¿!¿!¿qq-Qué hiciste qué?!?!? – le encaré abriendo los ojos

– ¡SIII! – dijeron al unísono – ¿Qué dijo, Dos? Cuéntanos más

– Dijo que éramos muy amable al decirle eso y que ¡MISTA TIENE UNOS OJOS MUY BONITOS! – Exclamó con toda la emoción que podía contener su pequeño cuerpo.

– SIIII – celebraron todos chocándose los cincos.

– Malditos – susurré, al tiempo que notaba mis mejillas enrojecer, era un secreto que el verdes de sus ojos era su nuevo color favorito.

– Se quedarán sin cena esta noche – les informé – no tenían el derecho de decirle algo así – dije al tiempo que cruzaba los brazos.

– ¡PERO MISTA! ¡¡Solo queremos ayudarte!! – replicaron

– Si, Mista. Sabes que es verdad, aparte nos aduló. Eso es bueno – dijo tímidamente Cinco

– no quiero oírlos – me marche de ahí.

Malditas balas, ahora no podré mirarlo a la cara. En fin, soy Guido Mista y mi color favorito es el verde esmeralda de los ojos de Giorno Giovanna.