Story of my life

4.

• Misión ojo por ojo: la venganza de un Uchiha (y Mitsuki)•

Estaban todos bebiendo, por alguna razón la cena para quejarse de sus torpes parejas había resultado en una buena borrachera pues habían acabado con la mayoría de los bares cercanos. Ahora estaban en el último de su recorrido todos en distintas mesas:
Madara, Sasuke y Mitsuki estaban en la mesa a la cual apodaron cuernos, Óbito y Kabuto se encontraban en la mesa de "demasiado inteligente para un idiota" mientras que Itachi estaba en una mesa alejada sin ninguna descripción.

— ¿Y qué haremos? — preguntó Mitsuki a sus compañeros de penas. — Son demasiado tontos para darse cuenta de que están equivocados.

— Sencillo. — comentó Madara bebiendo de un solo sorbo todo el contenido del vaso. — ¿han escuchado la famosa frase "ojo por ojo"? — ambos asintieron. — Bien, aunque va en contra de mis principios le daré celos a mi Hashirama con el tonto de su hermano.

— Hm, buena idea. — Sasuke alzó la cabeza mirando a Kabuto. — ¡Hey albóndiga con patas! ¿Me prestas a la cosa que tienes como pareja para darle celos a Naruto?

— ¿Como usará a mi padre para darle celos al señor Naruto? — preguntó curioso Mitsuki.

— Tú padre no siempre fue tan feo, lo conocí cuando aún era hombre así que puedo sacar provecho de eso. — comentó Sasuke al obtener el asentimiento de Kabuto. — ¿Y tú cómo vas a darle celos al mini dobe?

— Mh... Shikadai es su mejor amigo, quizá me ayude.

Mientras Mitsuki seguía pensando en las posibles obtienes en la mesa de los más inteligentes pero con parejas torpes, se encontraban óbito y Kabuto planeando toda una estrategia.

— Kakashi es un pervertido después de todo fue un fiel seguidor de Jiraya. — comentó Óbito, sonrió ampliamente y miró a Kabuto. — Es una época calurosa, usar poca ropa en nuestra casa sin dejarle tocarme será un buen castigo.

— No hace falta mencionar que Orochimaru es igual, supongo que iré a la tienda por un traje de ratón. — Kabuto se acomodó las gafas para luego mirar a Mitsuki. — No te acerques a nuestro hogar por los siguientes días, suficiente es con los traumas "censurados" que dice tu padre.

— ¡Bien, está decidido!.

KakaObi:

Kakashi estaba regresando de aquel bar en el que estuvo con su alumno, la mini copia, la serpiente travesti y el tiburón, quizá debería reconsiderar el conseguirse amigos más... normales. Estaba entrando a su departamento dejando su chequera sobre un mueble y sus zapatos en la entrada.

— Ya llegue. — aviso suficiente alto pues las luces encendidas indicaban la presencia de su novio en casa. — Óbito tenemos que...

Sus palabras murieron junto con cualquier pensamiento coherente en su cabeza. Óbito estaba enfrente suyo con un solo mandil con la grabación «¿te estrello los blanquillos o te los cocino?» nada debajo de ese mandil. Óbito al ver a su presa llegar dejó el sartén que tenía en mano en la estufa para caminar hasta Kakahi dándole un beso en su mejilla.

— ¡Kakashi-Sempai! Bienvenido, Tobi hizo la cena para usted. — habló en un tono infantil moviendo suavemente sus caderas de forma casi incitante. — Tobi es un chico bueno, no puso pimientos esta vez.