Story of my life

5.

«Abrazos no balazos»
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•HashiMada

— ¡¿Que está pasando aquí?!

Cuestionó Hashirama mientras dejaba caer sus pertenencias al suelo. Tobirama al ver esa situación a la que fue arrastrado supo que lo que vendría no sería para nada bueno, si bien su hermano era caracterizado por ser torpe y noble, cuando se trataba del Uchiha podría llegar a ser temible. Estaba por decirle que el Uchiha había enloquecido y casi fue violado por este cuando las carcajadas de su hermano le consternaron ¿qué clase de técnica era esa? Planeaba distraerlo con risas antes de atravesarle con una espada, si, eso era lo más lógico.

— ¿Ustedes creen que soy idiota, verdad? — cuestionó Hashirama entre pequeñas risas.

— Si. — afirmó Madara. — En un concurso de idiotas, estarías descalificado por idiota.

— Sin duda. — afirmó Tobirama.— Pero madre dijo que ya no hablará de tu problema especial.

— ¡Hey, que crueles son! Maddy y Tobi-Chan. — Se quejó en el tono infantil que solía usar normalmente. — pero no me refería a eso. Por favor Madara ¿creíste que me iba a creer lo de Tobirama y tú? Estoy seguro de que Tobirama prefiere admitir públicamente que ama a los Uchihas antes que acostarse contigo. Y tú, estoy seguro que primero te meterías un espada por el lugar más pequeño que tienes antes de dejar que Tobirama se te acerque.

— Mh, quizá no eres tan idiota como pensé. — comentó Madara viendo algunos desperfectos en su plan. — Bien, quizá tu hermano no funcionó pero seguramente habrá más hombres dispuestos.

— No lo permitiré. — Habló esta vez con voz firme. — Escucha Madara. Se que estás molesto y aunque creo que estás actuando de forma dramática creo que es normal porque somos una pareja. Pase la mitad de mi vida buscándote para salvar el odio de tu corazón, te compartí mi dolor y tú me confesaste el tuyo, te hice parte de mis sueños y te volviste uno de ellos. Somos ninjas, somos guerreros pero seguimos siendo humanos Madara, el amor que te tengo es un amor de idiota, un amor puro e inocente. — se acercó a Madara quien mantenía su mirada desviada seguramente por la vergüenza. Le tomó del mentón y le obligó a verle a los ojos. —  Sinceramente no veo otro idiota que este dispuesto a aguantar tu mal humor, Maddy.

— Y así has arruinado el momento, como siempre. — Madara suspiró aún con su corazón latiendo ferozmente. — No creas que con unas palabras bonitas y esa cara de encanto te salvas de mi enojo, te quiero lejos de cualquier chica o chico o no dudaré en mandarte al infierno junto con ellas.

— Mh, adoro ese aire psicopata que tienes. — suspiró cual bobo enamorado dando un suave beso en los labios ajenos.

— ¡Oh no! Largo de mi casa ¡ahora! La última vez que los vi tener sexo estuve dos semanas vomitando, suficiente tengo con verlos todos los días como para que vengan a molestar en mi descanso.

Y dicho eso los corrió, ambos se miraron con una sonrisa divertida sabían que la mejor forma para arreglar sus diferencias era hablando profundamente sobre lo sucedido en la comodidad de la cama.
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BoruMitsu.

— ¡Que te quedes quieto, Boruto! — Gritó Sarada sujetando al rubio por ambos brazos ya que este había visto como Shikadai  "limpiaba" los labios de Mitsuki, al parecer era demasiado para el rubio. — Si Mitsuki es feliz así tienes que dejarlo ir.