EL CORAZÓN DE DRAGÓN [Scorpius & ROSE]

CAPITULO 4

No tengo problemas con nadie y no busco tenerlos. Soy un niño muy calmado, de verdad. Pero Rose Weasley va a colmar mi paciencia en cualquier momento. Si algo detesto es ser molestado. No tengo ningún problema con ella, pero parece que ella sí tiene uno conmigo. No dejaba de patear mi baúl mientras conversaba con Albus Potter y era irritante.

- Rose, ¿Podrías dejar de patear mi baúl? Lo estás dañando. 

- ¿Cuál baúl? Yo no veo ningún baúl. Albus, ¿Ves algún baúl? - preguntó mientras pateaba mi baúl y buscaba con la mirada. 

Albus comenzó a reír y yo ya estaba bastante molesto. Mi papá siempre me ha dicho que no debo dejar que me pisoteen, pero no tengo la valentía para retarla. Me humilló en Sortilegios Weasley y también en el tren. No quiero que me humille de nuevo en el carruaje con otros alumnos que al parecer la admiran y se podrán de su lado. 

- Rose, no querrás que arroje al lago tu baúl de segunda ¿Verdad? 

Theo es quien tiene carácter y valentía, yo nunca podría hablarle así a alguien por muy inferior que sea. Mi padre ya la hubiera humillado con un par de comentarios, pero yo no soy así.

- Mira, Nott. No metas tus narices en donde no te importa o será tu baúl el que termine hundido en el lago.

- Deja de ser tan prepotente y creer que puedes hacer lo que quieras. No eres la única con padres que trabajan en el ministerio. Asi que deja de ser tan alzada y ubícate.

Rose se quedó callada y los demás alumnos miraban a otro lado. En verdad admiro a Theo, pero creo que eso fue un poco brusco para Rose. 

- Muy bien, niños. Llegamos. Bajen con sus baúles y síganme. 

Mi papá me habló de Hagrid, el guardabosques de Hogwarts. Dijo que era un semigigante y tenía mucho miedo de cruzarme con él, pero en realidad parece un oso de peluche gigante y muy abrazable. Iba a bajar, pero mi túnica se quedó atascada con mi baúl y me detuve en el filo del carruaje. Fue entonces que alguien me empujó y caí junto a mi baúl. Los demás se reían, pero para mi ya no era tan gracioso. Una niña que no conozco empujo a Rose y ella le devolvió el golpe. Comenzaron a pelear y Theo se acercó a mi para ayudarme. 

- Ya basta. ¿Qué está pasando? - llegó Hagrid. - ¿Malfoy? ¿Qué haces en el suelo? 

- Rose lo empujó - habló la niña que peleaba con Rose. 

- Eso no es cierto. Él tropezó con su túnica, yo no tengo nada que ver.

- Bueno, olvídense de todo esto. Será mejor que nos apuremos. Nos están esperando en el Gran Comedor. 

El Gran Comedor era merecedor de su nombre. Era un espacio muy espacioso y elegante. Habían velas flotando por todo el techo y este parecía ser el mismísimo cielo. Era hermoso.

- Tomen asiento y esperemos para la asignación de casas.

Okey, el momento más esperado por mi familia y debo decir que por mi también. Mi papá era Slytherin, es lo que ellos desean de mi, pero si soy un Slytherin no podré cambiar la reputación de mis padres. No quiero ser Gryffindor, claro que no, pero ser Ravenclaw no estaría mal. Soy inteligente, si. Lo soy. 

- ¿Albus Potter?-comenzaron a llamar. 

Potter. Albus es hijo de Harry y Ginny Potter, dos grandes magos, y además es sobrino de Hermione Granger, no de sangre, pero lo es y siento que es casi tan inteligente como ella. Me intimida un poco todo el talento y la historia que hay en esa familia.

- ¡Gryffindor!

Todos comienzan a aplaudir y, sinceramente, yo también lo hago. Me alegra que no tenga que ir a Slytherin, siento que es la casa de la que peor hablan todos. Menos mi familia, claro. Pero secretamente me gustaría ir a Ravenclaw para alejarme un poco de esas historias de mortifagos y  magos oscuros. 

- ¿Rose Weasley?

Oh

¿Está mal admitir que es muy bonita? Intimidantemente bonita. Supongo que es el cabello pelirrojo que cae por sus hombros lo que hace que se vea como un ser de otro mundo. Parece que todos dan por hecho a qué casa irá, ya que cuando el sombrero seleccionador grita que va a Gryffindor todos aplauden y le gritan que es el orgullo de la familia. 

- ¿Scorpius Malfoy? 

En cuanto dicen mi nombre avanzo hasta sentarme en el gran banco de madera. La profesora pone el sombrero sobre mi cabeza y parece mentira, pero siento como habla conmigo.

- mmmm, un chico inteligente, muy inteligente y....valiente. No tienes deseos de grandeza, ¿Verdad? No, no los tienes. Pero ¿Qué quiere tu corazón? ¿Qué me grita tu corazón? 

- Ah...

- Shhh....no digas nada, estoy decidiendo tu futuro. Veamos, quieres ser alguien bueno, que no te noten, pasar desapercibido y no llamar la atención. ¿Por qué? ¿Acaso no quieres lograr cosas grandes? Veamos más.

Me siento acosado

- Oh...aquí hay un deseo. Y tremendo deseo. ¿Estás seguro de que eso es lo que quieres? ¿Ir a Ravenclaw?

- A cualquier casa, menos Slytherin....y Gryffindor. 

- mmm, ¿Me lo estás pidiendo? 

- ¿Por favor?

- Veo más que inteligencia en ti, joven Malfoy. Lo que quieres hacer en Hogwarts, no es sencillo. Y se necesita de mucho valor para atreverse a algo tan grande. ¿Pasar desapercibido? Creo que ambos sabemos que eso será imposible. 

¿Es posible odiar a un sombrero?  Yo creo que sí. Porque voy a odiar a este sombrero por el resto de mi vida.

- ¡Gryffindor!