El asesino queda libre.

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—¿Y su hija era?

—Nicole, una de las chicas de la pijamada de la calle Preston.

—Sigo sin saber cuál de las 8 a las que mate era.

—No importa, ya no importa lo que sí importa es que lo creas o no todo lo que haces en esta vida lo pagas y tu muy pronto lo harás.

—Puedo saber cómo, Olivia.

—¿Cómo sabes mi nombre?

—Me lo dijo Marco ¿acaso era un secreto?

—No.

—Y bien ¿cómo pagare?

—Te espera una sorpresa.

—Bien esperare esa sorpresa ¿y su visita tiene algo que ver con la de esa chica que acaba de irse?

—Tal vez, eso lo sabrás a su debido tiempo.

Olivia se acercó a la puerta y le hablo a Marco para que abriera.

Los días pasaron lentamente después de esas dos visitas no volvió nadie más. Lerox estaba impaciente, sabía que era hora de salir, se había dado cuenta de que todo en el hospital psiquiátrico

había cambiado eran las doce del día y a esa hora siempre había ruido pero el silencio era extraño, demasiado había pensado. Ideo la manera en la que iba a salir solo que esperaría unos días.

MIERCOLES 27 de Septiembre 2012

Fuera. Por fin Lerox había salido, lo más raro de todo era que no había herido a nadie porque la puerta casualmente estaba abierta y no había ningún guardia de seguridad. Le parecía un poco sospechoso, la chica que había ido a verlo y quería ayudarlo a salir a pesar de que había matado según ella a amigos y familiares y luego la directora, Olivia que le había dicho que le esperaba una sorpresa. Sin duda algo iba MAL.

Masacre de Viernes por la noche Los LeroxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora