Masacre de Viernes por la noche Los Lerox

Lo inesperado.

—Veras que todo va a salir bien.

—Si no te desanimes.

—Vamos a pedirle a Dios por él.

Minutos después vamos a acostarnos yo me voy a el cuarto de Sarah y Giselle pero no puedo dormir, no con esta gran angustia que tengo, salgo de ahí. Voy a la sala, la luz no enciende miro hacia afuera el foco está apagado, se ha ido la luz en la casa ahora no tendré noticias del hospital, los celulares en esta zona no funcionan muy bien el único medio de comunicación era ese teléfono. Me recuesto en el sillón de la sala y me quedo dormida unos minutos pero la alarma de mi reloj me despierta, miro el reloj y son las 5:00 a.m. la hora en la que Carlo se levanta regularmente para ir a trabajar, Carlo ¿cómo estará? desactivo la alarma enseguida no quiero que nadie se despierte por mi culpa. De pronto vuelvo a sentir esa mirada de nuevo, la luna

ilumina afuera de la casa y lo veo al hombre que estoy segura que ataco a Carlo. Él es Lerox, me levanto inmediatamente y voy a el cuarto de Jessica toco la puerta pero al ver que no contestan decido entrar le hablo a mi hermana y la muevo del brazo pero no logro conseguir que despierte, tampoco James, después voy a el cuarto de Sarah y Giselle les hablo pero tampoco responden. Al tocar a Sarah siento un líquido pero no logro distinguir que es, saco mi celular de la bolsa de mi pantalón y enfoco la luz en su cara... está llena de sangre, ¡no! Giselle tampoco me contesta cuando le hablo y la muevo toco su muñeca para sentir su pulso ¡está muerta!

Salgo de ahí. La puerta de enfrente y la de atrás están abiertas.

...Tengo mucho frio, corro por el bosque y un tipo me sigue.

Veo luces rojo y azul es una patrulla pero ya no puedo correr más estoy agotada, escucho un disparo le han dado a el hombre que me perseguía y este cae al suelo.

Efectivamente era Lerox el asesino en serie y al fin lo vuelven a encerrar. Lamentablemente no soy como el si no lo mataría con mis propias manos a Jessica le inyecto

Un veneno que la mato rápidamente junto con mi sobrino, a James lo electrocuto, a Sarah le encajo una navaja en el corazón y a Giselle la ahogo con una almohada.

Ahora solo quedamos Nathan, Carlo que se recuperó, mi hija, la pequeña Sarah Jessica Giselle y yo que no estaré tranquila hasta que ese psicópata pague por lo que hizo y para eso tiene que volver a salir del hospital psiquiátrico.