♡☆¿No Me Recuerdas?☆♡

¿Vida?

Una habitación oscura, eso era, lentamente se encendían unas luces led color rojo mostrando que había a mi al rededor. Estaba decorado con pinturas muy macabras para ser de mi gusto, habían calaveras de gatos y otros animales, las paredes eran negras y el suelo de un marrón oscuro como la sangre seca ¿Dónde carajos me encontraba?

Camino unos metros y caigo sintiendo presión en mis hombros, trato de mirar hacia arriba pero no podía moverme ¿Tenía algo encima? Escucho unos pasos y trato de pedir ayuda pero no podía hablar ¿Qué estaba pasándome?

-Cerbero... Abajo- habla una voz grave y el peso de mi cuerpo desapareció.

Respiro agitado y tosía, esa cosa casi me mata, me siento y, al levantar la vista, había una especie de perro negro con tres cabezas, sus ojos era lo qué más resaltaban, parecían las luces led de lo brillantes que eran.

-Kenny McCormick, hola de nuevo- hace una pequeña reverencia.

-¿Quién eres?- solo veía una figura negra.

-Ya nos conocemos, soy tu peor pesadilla pero por el momento puedes llamarme amigo- sonríe maliciosamente y se sienta seguido de su perro que se recostaba a su lado.

-¿Dónde estoy?- evito darle vueltas al tema de su nombre y continúo.

-Es mi nueva casa, como sabrás... Mi padre me dejó vivir con mi pareja así que alquilamos un departamento, más bien... Lo compré- ríe bajo.

-Es bastante tétrico a primera vista- me pongo de pie y una de las tres cabezas comenzaba a gruñirme.

-Cerbero...- repite y el perro se calla- Estás cuestionando los gustos de mi pareja- voltea a mirarme y se pone de pie seguido del animal.

-Lo siento, no lo sabía- no dejo de mirarlo.

Comienza a caminar y justo le alumbra la roja luz, mostrando su oscuro traje y pelo tambíen unos pequeños cuernos. ¿Cuernos? Achino un poco los ojos para tratar de ver mejor y él nota lo que trataba de mirarle.

-Heredación- responde mientras se para frente a mi y bajo la luz- Una muy mala heredación. 

-Claro...- le miro y el perro volvía a gruñir.

-¡Cerbero, a comer!- otra voz suena fuera de la habitación, moviendo la cola el animal se va hacia la lejana voz.

-¿Cóme conejos?- pregunto al ver los esqueletos del animal.

-No... Esos son de mi pareja, no podíamos encontrarles sus almas así que los preparé para que se mantengan así- dijo casi sin importancia.

-¿Eran de tu pareja?

-Si... Fueron asesinados, matados antes de su tiempo, desafortunadamente.

Le miraba serio y este comenzó a reír a carcajadas mientras volvía a sentarse en su lugar, tomando aire, suspira para dejar de reír y volver a mirarme.

-¿Qué hago aquí? ¿Quién eres? ¿Qué quieres?- sonríe- ¿No te cansas de hacer esas preguntas?

Me mantuve callado, claramente se burlaba de mi, me siento en el suelo y trato de visualizar algo con qué darle pero no había nada a mi alcance.

-Te estamos ayudando- ladea la cabeza- Hay algo que bloquea tus recuerdos y solo tú- me señala- Puedes eliminar ese bloqueo.

-No entiendo de qué hablas- respondo quitándome la campera y atándola a mi cintura ¿Soy yo o hacía mucho calor?

-¿No sientes...- se pone de pie y comienza a caminar en círculos-...Que olvidas algo? Cómo si hubieras soñado algo hermoso, de fantasía y te levantaste olvidando parte de ese sueño- se me acerca sujetando mi cara.