5.Dear Diary: Holdup

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Ay amiga, hoy ha sido el peor día de mi vida, creo que jamás pasé tanto miedo, pero a la vez, aprendí que las casualidades son aterradoras y que los sueños pueden hacerse realidad.

"Me dispuse a salir de casa para ir al banco.

Caminaba tranquila por la gran avenida, observaba a los niños pelearse porque alguno había hecho trampas, al otro lado había una pareja de ancianos diciéndose lo mucho que se amaban después de cincuenta años. Sonreí, sonreí ya que las pequeñas cosas de la vida son en las que menos nos fijamos, pero en las que más nos hacen darnos cuenta de lo simple y maravillosa que es la vida, y lo complicada que la hacemos.

Entré por la gran puerta de cristal y suspiré.

Al ser principio de mes, habría unas cuarenta personas en el banco. Estaría un buen rato aquí.

Ya llevaba una hora esperando en la extensa cola de gente. De vez en cuando, me ponía a analizar a las personas, me gustaba imaginarme sus vidas, sí, así de aburrida estaba.

Me detuve en una chica peculiar. Tenía su cabello negro recogido en una cola, vestía ropas oscuras y llevaba puesta una bufanda azabache hasta la nariz. Si no fuera de las que juzgan por la apariencia, diría que esta chica acababa de salir de una convención de góticos (si es que existían dichas convenciones).

Seguí observando el repleto banco, mi mente vagaba sin fijarme en nada en particular, hasta que me percaté que había un chico robusto, vestido exactamente igual que la chica anterior. Me pareció una extraña coincidencia, hasta que vi a otra persona vestida exactamente igual, y todos estos se miraban interrogantes.

En ese momento mi cabeza reaccionó, yo que soy tan paranoica cómo no me di cuenta. Asustada agarré el movil y salí lentamente hacia afuera, pero una voz me petrificó.

-Todos quietos, esto es un atraco-pff, que cliché.

Estaba tan nerviosa que me dio la risa floja, y empecé a llamar la atención de los presentes.

-De qué te ríes linda?-me dijo el que parecía el jefe.

-Eh? De nada, nada...

-No te hagas la interesante conmigo muñeca, sino me veré obligado a usar la fuerza.

-JAJAJAJAJ-me miró interrogante- Es que...tus frases...son...como de película, deberías ser más original-dije entre risas.

El hombre me miró sorprendido y ofendido a la vez.

-Así que tenemos a una zorrita valiente, eh. Tú, chico, llévatela a aquella esquina y átala, debemos tenerla vigilada. Vosotros tres, atad a los demás, rápido.

Me fije en el chico que venía hacia mí. No lo había visto antes en el banco, tal vez estaba más oculto, no lo sé. Al igual que todos iba todo de negro y con una bufanda oscura hasta la nariz. Tenía el pelo azabache, era alto y de complexión normal.

-Por favor si te aprieto demasiado avísame-me dijo mirándome fijamente.

Observé sus ojos penetrantes. Se me hacían tremendamente familiares, de qué lo conocía?

Me di cuenta de que lo observaba demasiado, él también se percató de eso, y sonrío levemente.

-Si quieres que me quede aquí, solo dímelo-dijo sincero.

-Púdrete- espeté con asco.

Emitió una pequeña carcajada-Ya me tendrás aprecio, créeme soy el más simpático, y el más guapo también.

Bufé con odio-Si fueras tan genial como dices, no estarías robando un banco, ni haciendo pasar a esta pobre gente por este mal rato.

Me miró furioso y me señaló-Tú, no sabes nada.

Dear Diary: IntrovertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora