SIN LÍMITES

CAPITULO 8: UNA DOLOROSA DESPEDIDA (PARTE 2)

Samuel estaba en una terraza, saco la carta y comenzó a leer, en donde lo que mas le llamo la atención fue en lo que decía al final.

"Tu a pesar de todo lo que haz pasado siempre te mantienes firme, aunque no lo creas, tienes una actitud paternal, siento que en este momento lo que Sebastian va a necesitar es a una figura paterna, porque lo conozco, y se que algo no anda bien en su vida, dale amor y cariño a los hermanos Leon, que los errores del pasado no definan tu futuro, porque ellos te necesitan un montón"

Samuel muy emocionado observo un momento el suelo y se aparecio Felipe con su carta.

- ¿Leíste tu carta?.- Pregunto Samuel.

- Lo acabo de hacer.- Respondió Felipe dando un leve suspiro.

Se quedaron ambos en silencio por un momento y Samuel le dijo:

- Tu hermano me tiene preocupado, él no era así.

- Si era así, le hizo lo mismo a Renata, pero siento que hay algo que va mas allá, siento que en parte es mi culpa por descuidarlo tanto.- Respondió Felipe muy afectado.

- Tu sabes que no es así, a el lo que lo consumió fue el dinero, la fama, y descuido lo que más amaba, deberías ir a su habitación y hablar con el, lo tienes aquí mismo, debes ver a tu hermano menor.

Felipe con sus ojos llorosos asintió con la cabeza bajo el cielo estrellado y la luna más potente que nunca.

Samuel estiro un papel, Felipe lo tomo y en él estaba su nuevo numero de teléfono y su Instagram, para que puedan seguir en contacto. Felipe se sonrió y se marcho.

Felipe salió del ascensor y se fue con dirección a la habitación en donde los padres de Renata le dijeron que estaba, toco la puerta y salió Sebastian en toalla a abrir la puerta y vio a su hermano, Sebastian no sabia que hacer, Felipe mucho menos, se formo un silencio muy incomodo y Felipe prosiguió a saludarlo, a lo que Sebastian con un arrojante no!, le cerro la puerta en la cara, a lo que Felipe se puso a llorar y Sebastian lo mismo en su cama.

Felipe volvió a su habitación en donde estaban Matias y Benjamin poniéndose al día en sus asuntos y lo vieron llegar muy afectado, en silencio y directo a ponerse el pijama para dormir.

Samuel esta en su cama aun despierto, mientras que en la cama de al lado estaba Agustin ya sumido en el sueño, Felipe le escribió a Samuel, a lo que el le pregunto acerca de lo recientemente acontecido, a lo que Felipe le contó lo que ocurrió, despertando su enojo, la frase final de la carta se le vino a la mente, se levanto de su cama, se puso algo rápido encima y se fue con dirección a la habitación de Sebastian.

Sebastian dormía profundamente, cuando siente unos fuertes golpes en la puerta, de primera quería esperar a que se fueran pero no hubo caso y se tuvo que levantar a revisar quien era, abrió la puerta y entro Samuel sin pedirle permiso, Sebastian estaba molesto, cerro la puerta y le pidió que por favor se marchara.

- Que te ocurre!.- Le decía Samuel muy molesto.

- No me ocurre nada, solo déjame solo, quiero dormir.- Le respondió Sebastian muy molesto.

- No puedo creer lo cambiado que estas, acaso te olvidas de nuestra amistad, te olvidas de Renata, de Bariloche, de tu hermano que esta siempre contigo desde que eras pequeño, ¿acaso te olvidas?.

- No tienes derecho a hablar de mi hermano, tu siempre crees saberlo todo, pero no es así, hay muchas cosas que no sabes, y que tampoco sabrás, por algo es que el Felipe jamas te ha dicho algo, y si me comporto como lo hago es porque me di cuenta de cosas, me di cuenta de como es la gente en realidad.

- Creo que tienes una imagen diferente a la mía de cómo es la gente.- Le dijo retirándose de la habitación muy molesto.

Ya es un nuevo día, esta todos vestidos de negro, todos están en el funeral, una ceremonia poco tradicional pero elegante, primero hablaron los padres de Renata, quienes se despidieron de ella muy consternados, pero a la vez orgullosos de toda la lucha que realizo en contra del cáncer, luego se acero a despedirse Sebastian que se encontraba alejado de todo el mundo, dijo unas palabras muy bonitas, en las que pidió que la recordaran como una chica alegre, risueña y coqueta, que fue lo que a el le enamoro de ella.

La ceremonia estaba finalizando, estaban cerrando el profundo hoyo, todos se empezaron a retirar lentamente luego de dar las condolencias a los padres de Renata, el único que se quedo allí fue Sebastian, quien se arrodillo y prosiguió a llorar sin consuelo alguno, detrás aparecieron los padres de Renata, el papa le hizo cariño en el pelo y le dijo:

- Se que no es fácil esto para ti, y a pesar de todos tus errores, mi hija te recordó como el chico que la hizo sentirse tan amada, y ella sabia que tu carta no serias capaz de leerla por tu cuenta, por lo que nos pidió que te la entregáramos en este momento.

Sebastian tomo la carta temblando, la abrió y prosiguió a leer:

"Querido Sebastian, el nombre de mi primer amor, del único chico que me hizo sentirme amada, el chico con el que perdí mi virginidad, el chico que me enseño lo que es enamorarse. Quizás te cueste comprender el como te logre perdonar luego de todo lo que hiciste, y la respuesta es que los errores no son lo que te define, sino que tu corazón, yo se que te equivocaste, pero también se cuanto te la jugaste por mi, y para mi eso vale mucho, como cuando te desvelabas en el hospital conmigo, en las radioterapias, etc. Yo este ultimo tiempo he sentido una corazonada, y quizás me vaya al otro mundo con esa corazonada, te preguntaras que decía esa corazonada, la verdad es que siento que tu relación con tu hermano se rompió, tu relación con la gente que amas se rompió, y no se como estará con Josefa, pero lo único que te quiero recordar es que gracias a ellos estas donde estas, si es que cometiste un error, arréglalo, porque puedes tenerlo todo, pero si no tienes a Felipe, a Josefa y a Samuel, no valdrá la pena. Te quiero un montón, y me siento orgullosa de que estes cumpliendo tu sueño, y espero que consideres lo que te digo, cuídate mucho y no llores por mi, yo ya estoy en un mejor lugar, ya no tengo dolor, sino que tengo mucha paz y tranquilidad".

Sebastian llora muy desconsolado, y mientras llora los padres de Renata se fueron y comenzó a llamarlo Pirlo, a lo que Sebastian no respondió el llamado.