Felipe caminaba por una calle muy linda, no tenia dinero, pero lo primero que quería hacer era ir al cementerio, algo que se prometio a si mismo la primera noche que tuvo que pasar en la carcel.
Felipe entro en el cementerio, caminaba lento, nervioso de ir al lugar en donde están enterrados sus amigas.
Primero se acerco a la tumba en donde estaba Allison sepultada, dejo unas flores en ese lugar, en su mente le agradecía por haber hecho tan feliz a Samuel, luego fue a la tumba en donde estaban sepultados los padres de Samuel, se agacho, decoro su tumba y comenzó a hablarles:
- Jamas olvidare cuando era pequeño, aun no sabia multiplicar y usted me dejo estar todo un día en su casa, en donde fui atendido de la mejor forma posible y ahí comprendí cual es el verdadero amor maternal, o cuando me pasaba a buscar siempre, casi todas las tardes, para ir a jugar algún partido.- Esto ultimo haciendo referencia al papa de Samuel.
Felipe lloro un buen rato y finalmente fue a la tumba de Chovar:
- Te amaba mucho, fuiste el amor de mi vida, pero jamas logre comprender que no me merecía tu amor, que tu amor no me hacia bien, y termine cometiendo errores estupidos, de los cuales me quitaron siete años de felicidad, siete años que tendré que comenzar a reconstruir desde hoy, donde seas que estes, espero que estes bien.-
Felipe se fue del lugar y se fue con dirección al gimnasio, entro en ese lugar y vio a Benjamin sin polera entrenando duro para los juegos olímpicos.
Felipe se acerco y Benjamin con una sonrisa de oreja a oreja lo fue a saludar, se dieron un fuerte abrazo y Benjamin lo golpeo en el brazo fiel a su estilo, mientras Felipe reía.
- Ya estas libres!, no lo puedo creer.- Dijo riendose.
- Hoy salí, vengo del cementerio y ahora iré dónde mis padres, ojalá me reciban.- Dijo esto ultimo algo asustado.
- Tranquilo, ve donde tus padres, y en caso de cualquier cosa vas a mi casa, en la calle Las Palmas, en el centro, el edificio 308.
- Gracias loco.- Le dijo Felipe sonriendo.
- Tranquilo, igual es fome tener un departamento para uno solo, lo único que hago es hablar con la caja del cereal, así que eres bienvenido.- Le dijo riéndose.
- No te molesto mas, para que sigas entrenando, yo ire donde mis padres.- Le dijo Felipe riendose.
- No hay problema y Claudia!, pide un taxi.
- No no no, Benjamin, ya me haz ayudado un montón.- Dijo Felipe algo incomodo y nervioso.
- Tranquilo, yo pago todo.
Felipe con los ojos llorosos le agradeció y se retiro una vez que aparecio el taxi.
Felipe iba en el auto muy nervioso, miraba por la ventana hasta que llegaron al lugar.
Felipe se bajo y se fue rumbo al lugar que era su hogar, toco la puerta y no hubo respuesta, pasaron unos minutos, volvió a tocar fuertemente y no hubo respuesta, Felipe se puso a llorar y aparecio su antigua vecina, una mujer que cuidaba de los hermanos Leon cuando eran pequeños, mientras sus padres trabajaban.
- Cuanto haz crecido.- Le dijo ella muy emocionada.
Felipe la miro y se acerco al instante y la abrazo fuertemente mientras lloraba.
- Lo siento tanto pequeño, lo siento tanto.- Lo consolaba la mujer mientras le acariciaba su pelo.
Felipe se alejo, se seco las lagrimas, se despidió de ella y se fue al departamento de Benjamin.
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SIN LÍMITES
Novela JuvenilUn grupo de destacados estudiantes son premiados por la Secundaria Thomas Liberty para ir al viaje de sus sueños a la ciudad de Bariloche, Argentina. Lo que parecería ser un viaje en donde perderían su virginidad, beberían alcohol hasta cansarse y t...