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“Fuiste mi luz de esperanza… gracias”

..

Finalmente estaba sucediendo, finalmente… ella iba a morir. A pesar de que esa era una verdad que la aterraba sorprendentemente estaba tranquila, el dolor que había sentido en su pecho y los calambres en todo su cuerpo quedaron en segundo plano, cuando ella ingreso a los pasillos blancos de aquél lugar en donde había pasado la mayoría del tiempo.

Con lentitud giró su cabeza y observó a su primo y hermana, ambos se veían pálidos y asustados, corrían junto a ella y los paramédicos, aferrándose fieramente a las varillas de la camilla por la cual era trasladada al quirófano del cual estaba segura ya no volvería a salir.

Los ojos grandes y asustados de su hermana la hicieron sonreír con tristeza y dolor; a pesar de que veía sus labios moverse casi con desesperación ella era incapaz de poder escuchar lo que decía, era incapaz de oír sus súplicas desesperadas, y por un momento lo agradeció, agradeció no escuchar su llanto desesperado.

—H-Hanabi-chan… t-te amo.—susurro cuando vio como uno de los enfermeros luchaba contra ella para separarla de la camilla a la cual se aferraba.—Neji-nissan… l-lo siento…—sollozo y su primo solo la observó con impotencia y dolor, mientras las lágrimas que parecía haber estado conteniendo se acumulaban en las orillas de sus ojos.

—A-Adiós…—sollozo segundos antes de que los enfermeros lograrán separarlos a ambos de su camilla, lo último que vio antes de que las puertas del quirófano se cerraran fue a su pequeña hermana cayendo al suelo de rodillas mientras gritaba y a su primo mirándola con infinito dolor.

Dolía tanto… a pesar de que no sentía miedo a la muerte, no quería morir aún, pero eso era algo que ella no podía cambiar sin importar cuanto lo intentará o deseará, eso era algo que estaba fuera de sus manos.


Sasuke observó completamente aturdido al médico frente a él, quién lo miraba con pena y empatía.

—¿Que dijo?.—susurro y de haber estado en sus cabales se habría sorprendido del tono agudo de su voz.

El médico frente a él suspiro mientras se secaba el sudor de su frente.—No hubo nada que pudiéramos hacer, la paciente Haruno ingreso sin signos vitales al quirófano.—explico nuevamente con calma y paciencia.

Él lo observó y negó, era imposible que ella estuviera muerta cuando hacía apenas unas horas atrás estaba riendo junto a él, cuando hacía unas cuantas horas atrás estaban haciendo planes para la cena.

—Lo…

—¡Sasuke!.—interrumpió una tercera voz masculina grito su nombre con angustia y preocupación, inmediatamente volteo su rostro y se encontró con la mirada azul de Naruto.—¡Sasuke! ¡¿Cómo estás?! ¿¡Cómo está Sakura-chan?!.— pregunto entre gritos una vez estuvo cerca.

—Dobe… este hombre dice que Sakura está muerta. Dile que eso es un error, ella está viva, tenemos planes para la cena.—susurro.—Dile que es un error.—pidió pero Naruto solo lo observó aturdido y en shock.

—Sakura-chan…¿Está muerta?.—pregunto dirigiendo su mirada al médico quién solo los observaba con pena.

—Lo siento, no había nada que pudiéramos hacer.—lamento el médico, y Naruto asintió igual o más aturdido que él.—Entre sus pertenencias personales encontramos esto.—dijo extendiendo hacia ellos una tarjeta roja.

—¿Donador Voluntario?.—leyó Naruto y el médico asintió.

—Puede que no pudiéramos hacer nada con ella, debido a las circunstancias, pero ella puede ser capaz de salvar la vida de muchos. Ella puede ser una luz de esperanza—explico el médico y Naruto asintió.

—Luz de esperanza….—susurro Naruto.

—Entonces si me disculpan procederemos a la extracción de sus órganos. Nuevamente lo lamentó mucho.—se disculpó haciendo una reverencia antes de desaparecer apresuradamente por algún pasillo.

—Dobe…pregunta cuando le dan de alta a Sakura, si llegamos tarde a esa reservación se molestará mucho…—susurro pero Naruto solo lo observó con dolor.

Mi corazón insiste en amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora