Get Down || Justin Bieber.

Capítulo 19.

Lauren me miro de reojo y parecía haber tenido una plática por medio de telepatía. Ella sabía que estaba ocurriendo y no había querido decir nada.

– Lo arruino todo, de nuevo– bufo molesta. Aparte el cabello de mi cara y sus palabras volaron por encima de mi cabeza y no me dejaban razonar correctamente.

– ¿De qué hablas? – pregunte dejando caer mi espalda sobre la puerta.

– Justin preparo todo eso para decirte que empezamos una relación. – continuo mordiéndose las cutículas. – Debí insistirle en que todo ese teatro no era necesario.

– Entonces era eso… – respondí vencida. Acaso era una mala jugarreta, una fogata a la luz de la luna para decirme que pretendía tener un roce romántico con mi prima; me había equivocado como siempre. Justin no era ningún estúpido, a veces lograba ser más que eso.

– Sé que fue demasiado, pero él estaba seguro de que… – se quedó callada durante un par de segundos  – De que tu estas enamorada, no quería lastimarte…

– ¿Es una broma? Justin y tú son perfectos. Fueron hechos el uno para el otro. – grite sarcástica. – Ahora discúlpame, pero tengo algo más importante que hacer.

Me aleje lo más rápido que pude. No necesitaba más problemas, si el chico rubio y mi prima deseaban besuquearse como la otra noche eran libres de hacerlo. Había dejado de sentir por él ese tipo de mariposas  –que más bien parecían abejas asesinas – dentro de mi estómago hace mucho tiempo y no necesitaba tenerlas de regreso justo ahora. 

Llegue a mi habitación dejándome caer sobre la cama aun tendida.

Soy patética, eso es lo que soy. ¿Cómo pude haber creído que él? ¿Qué simplemente se fijaría en mí? No tengo el cabello de Lauren, ni sus ojos, ni su cuerpo. Estoy segura de que no soy como ella en absoluto. No suelo besarme con chicos en fiestas, ni tomar hasta perder la conciencia. No grito cada vez que miro una oferta en el mostrador y no manejo por las calles creyendo que la ciudad me pertenece.

Sacudí mi cabeza repetidas veces y solloce sobre la almohada. Parecía haber sido algo más que una simple cita, Justin actuó en realidad diferente. ¿Pero que podía esperar? Del tipo “lentes obscuros” y “autos de lujo” él no sale con chicas que tienen cambios repentinos, ni mucho menos con las niñatas con las que jugaba cuando era pequeño.

El celular comenzó a sonar dentro de mi bolsillo. Era el tipo con él que no deseaba hablar jamás, ni siquiera era capaz de verle a la cara después de hacerle pensar que quería besarlo. Colgué al instante.

(…)

Desperté con una cruda moral. Tenía miedo de dirigirme hasta la cocina y ver a Justin contándole todo a mi familia.

Me prepare mental y psicológicamente para topármelo. Mis piernas bajaron por si solas, las escaleras y parecía haberlo llamado o era magia porque ese chico nunca desayunaba en su casa, pase por el refrigerador y tome el zumo de naranja junto con una tostada de cereza.

– ¿Podemos hablar? – cuestiono cabizbajo.

– No– refute terminando de dar un mordisco.

– Lo de anoche, no quiero que…pienses– balbuceo.

– No pienso nada, ni siquiera se me ha pasado por la cabeza. ¿Qué paso ayer? – me alce de hombros. – No sé quién era esa chica de anoche y no pienses que la veras de nuevo.

Me aleje pero antes de dar un paso, tenía los dedos fríos y largos de Justin clavados en mi antebrazo. Sus ojos cristalinos me observaron rogándome perdón, pero no pretendía caer esta vez, no ahora que me ha hecho daño sin saberlo. Me quite de su alcance y seguí mi camino. Al regresar me encontré a Lauren frente al baño, después de todo era mi prima y un hombre no arruinaría todo lo que construimos en años. Esboce una diminuta sonrisa y camine para empacar mis cosas, en unos días me iría a la universidad  y lamentablemente vería la cara de ambos durante mucho tiempo. Guarde lo necesario, deje algunas prendas que mi prima había comprado, pensara que soy una malagradecida pero es una escuela no la playa.

Deje caer la maleta en el suelo, escuche un leve toquido y justo al mirar al frente me encontré con un Justin  o más bien un ramo enorme de rosas cargado por Justin.

– Son para Lauren. – asegure dándole vuelta a la tarjeta.

– No, son para ti– comento asomando la cabeza. Mis ojos se abrieron como platos, pretendía jugar conmigo. Idiota.

– ¿Por qué? Tu novia es ella no yo. – solté la bomba. Justin se sorprendió tanto que dejo caer por un rato el ramo.

– Ella…ella no es mí – dijo casi riéndose. – Novia.

– Pero Lauren dijo otra cosa.

– No suelo escucharla muy a menudo sabes, ella tiene problemas. Aún no ha logrado superarme.

Quería soltarle una bofetada y sacarlo de mi habitación, le había mentido a mi prima y quería que le creyera.

Esta no era la típica novela en donde el galán juega con las dos mujeres y se sale con la suya. No, esta vez será diferente. Él conquistador, saldrá conquistado.

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Bueno chicas, como ya sabrán yo seguire escribiendo unas de las novelas de esta cuenta y agradezco la oportunidad que se me ha dado asjfkgl Espero que les guste en verdad, tratare de hacer mi mayor esfuerzo. 

xoxo <3 

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