Get Down || Justin Bieber.

Capitulo 18

Clichés y otras cosas...

Mi cabeza daba vueltas, no podía creer a donde Justin me había traído. Simplemente no podía.

-Es espectacular -dije cuando pude reaccionar.

Sonrío y tomo mi mano.

-¿Sabes porque lo hice? -negué- Tengo que decirte algo muy importante...

-¿Que es tan importante? -pregunté mientras sentía mis piernas flaquear.

-Debes esperar, no puedo decírtelo ahora.

Sentí como me decepcionaba, realmente quería saber que tenía que decirme Justin.

Me agarro y me dirigió hacia la tienda de acampar, se sentó y me indico que lo hiciera también.

-¿Como estuvo el resto de tu día? -pregunto mientras acariciaba mi mano, la cual estaba agarrada a la de él.

-Mis padres han venido a visitarme y no te imaginas la noticia que trajeron -rodé los ojos tan solo al recordar el embarazo.

-¿Y qué es? Por lo visto te molesta...

-¡Voy a ser hermana! -dije con el más notorio sarcasmo.

Abrió sus ojos como platos y sacudió su cabeza.

-Es una gran noticia, felicitaciones -me dio un cálido abrazo.

-Gracias, supongo.

-¿Y entonces que es lo que tanto te molesta? -preguntó.

-No quiero tener un hermano o hermana, lo que sea.

Me dedico una sonrisa gentil.

-Skylar, yo tampoco quería un hermano cuando me dijeron de Jaxon... Pero ten seguro que lo vas o la vas a amar cuando lo cargues por primera vez en tus brazos -habló mientras sus ojos brillaban.

A mi cabeza vinieron algunas imágenes de nosotros cuando éramos pequeños, algo en mi interior se movió, algo destapo una puerta que había cerrado con candado de acero inoxidable, el sentimiento había renacido de las cenizas.

-Justin...

-¿Si, sky? -me miro fijamente dispuesto a prestar la mayor atención posible.

Dude, no quería dañar el momento pero aún así tome valor y lo hice.

Lleve mi mano a su cuello, su mirada confundida me siguió cada movimiento. Lentamente, me fui acercando poco a poco a sus suaves y carnosos labios.

Estaba tratando de cruzar la línea infranqueable que había dibujado cuando deje Los Ángeles, prácticamente estaba apunto de meter mi mano en el fuego.

Pero realmente creía que esto valía la pena de romper cualquiera estupida regla implantada por mi infantil imaginación a los 10 años.