Capitulo 14

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Habia escuchado solo tres canciones del álbum, ya que eran las únicas que tenían hechas. Y eran perfectas. Fin de la historia, fin del mundo, fin de mi vida. 

Esos weones eran talentosos, que podía decir. 

Ya estaba en casa, con Finn pidiendo comida china porque eramos demasiado flojos para cocinar algo. Y no pedíamos pizza porque ya saben, la maldita dieta de modelo. A veces era difícil, muy difícil, resistirse a la comida grasa. Pero bueno, lo lograba. Tampoco era una chica que comía gustosa como vegetariana y no comía ni una pizca de dulces o grasa, no. Estamos hablando de Cassie Williams, eso es imposible.

Nos encontrábamos viendo una serie que Finn seguía desde tiempos inmemorables: The Walking Dead. De verdad, desde que esa serie existía el la veía. Yo nunca le había dado una oportunidad ya que no me llamaba la atención en absoluto, pero ahora creía que me había obsesionado. Vaya, de lo que me había estado perdiendo tanto tiempo.

 Íbamos en el penúltimo capitulo de la primera temporada cuando el timbre sonó. Me levante, deje las palomitas a un lado, en el suelo, y camine hacia allí. Acomode mi desordenado porque, ya saben, hay que prevenir accidentes. Porque el salir impresentable y que los paparais te tomen fotos y te inventen toda una historia era un accidente, si.

Cuando abrí me quede impresionada. Cabello negro, ojos verdes, piel blanca, barba afeitada pero aun notable: un maldito gemelo de Ian Somehalder. Me quede mirándolo mas tiempo del que debería, hasta que el movió su mano en forma de saludo y me dedico una sonrisa. H.O.Y.U.E.L.O.S.

Tell me thiissssss iss juuuuuuuuuuuustttt aaaa dreeeeeeeeaaaaaaaaaaaaaaamm.

-Hola. -dijo con voz gruesa. Le sonreí en respuesta, y con suerte no puse una cara de violadora. -Bueno, um, aquí esta tu comida.

El traje se basaba en una camisa verde pegada de un material -que realmente no conocía pero que estaba segura Harry había usado-, y que resaltaba sus no exagerados músculos, unos pantalones sueltos plomos y unas zapatillas comunes. 

Recibí la gran bolsa estampada con el logo del restaurante en la que se encontraba la comida, anotando en mi mente llamar a ese restaurante mas seguido. 

-¿Cuánto es? -pregunte. Él se quedo mirándome un momento, como si intentara recordar algo. Luego, volvió la vista a la boleta, busco con la mirada y volvió a mirarme.

-Veinte dolares. -dijo. Le grite a Finn que me trajera diez dolares rezando internamente porque no robe nada, pero luego pensé mejor y me dije que iba a cojer algo de todos modos y que no había solución. Además, quería hablar un momento con Mr. Perfecto. 

-Y, ¿como te llamas? -empezó. El rio y miro su placa, de la cual no me había dado cuenta hasta ese momento. Me sonroje un poco. Estúpida, estúpida, estúpida. -Uh, Darren. Lindo nombre. -sexy nombre. -Yo soy Cassie.

Me miro y me examino una vez mas. Estaba algo perdido en sus pensamientos, pero a la vez estaba conmigo. No era como yo, que si me ponía a pensar en algo mucho, solo estaba allí, olvidándome del mundo real.

Ladeo la cabeza, y abrió la boca, para luego cerrarla. Me miro con el seño fruncido, y yo lo imite. ¿Que?

-¿No te conozco de algún lado? -pregunto. 

-No conozco a ningún Darren. 

-¿Estas segura? Tal vez...-no pudo terminar, ya que Finn apareció, interrumpiéndolo.

-Tal vez porque es la novia de Harry Styles, puede ser eso, no lo se. -dijo inocentemente. Rodé los ojos.

-¡No soy su novia! -exclame. En el fondo todos sabíamos que quería, no podía mentir sobre eso. Pero no era su novia. Al menos no en ese momento. Ya me había perdido en todo ese tema, y prefería dejarlo para un momento en el que me diera la gana de organizar mis pensamientos.

fame »hsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora