Dark Souls // Bughead [EDITANDO]

|| Capítulo 01 ||

"El tiempo puede sanar heridas, el tiempo puede crear nuevas heridas, pero está en ti manejar cada una de ellas"

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— Riverdale, 1893 —

Una rubia corría por los pasillos de su casa, la gran casa Cooper, corría en busca de sus dos mejores amigos, los hermanos Salvatore.

Entre tanto correr y recorrer pasillo por pasillo se topó con alguien, no pudo identificarlo ya que esta misma persona la tomó de la cintura tapándole la boca.

Esta misma figura entró a una habitación y cerró la puerta con seguro, Elizabeth al darse la vuelta pudo ver a sus dos chicos ahí.

—¡Idiota!— se quejó recuperando el aliento mientras veía al mayor de los hermanos.

—De nada— contestó el mismo chico que la había agarrado.

—No saben el quilombo qué hay fuera, todos están cazando a los vampiros, ¿Que mierda hacen que aún no se fueron?— cuestionó ella alzando una ceja pero con desesperación.

—No podíamos irnos sin ti, sabes que tu padre está enterado sobre lo que somos y que tú lo sabes, estás en la boca del lobo Betty— explicó rápidamente el menor de los Salvatore, aunque se lo veía calmado, como siempre fue el.

—Yo puedo encargarme de mi padre, pero ustedes deben irse, tienen la brújula que marca donde hay vampiros, sabrán donde están si ustedes no se van— protestó la rubia.

—¿Vendrás con nosotros luego?— cuestionó el mayor acercándose a ella.

—Damon, se Los prometí, iré, solo déjenme encargarme de mi familia y los alcanzo a las afueras, como quedamos— aseguró ella asintiendo mientras veía a ambos hermanos.

El otro hermano se acercó hacia ella poniendo una mano en su hombro.

—Si algo llega a pasarte, ya hablamos de esto...— este mismo fue interrumpida por ella.

—Uno de ustedes me morderá, beberé de su sangre, moriré, volveré y me alimentaré de un humano para convertirme en vampiro— rodó los ojos repasando nuevamente el plan B —Lo se Stef, lo repasamos durante el último mes entero, si algo me pasa, no me importará convertirme— negó ella, la verdad era que desde que se enteró de lo que en verdad ellos eran, jamás les tuvo miedo, nunca.

—Cuídate— pidió Damon abriendo sus brazos. Los tres se fundieron en un abrazo, sabiendo que luego de separarse las cosas se pondrían bravas.

—Los sacare por detrás— aseguró ella abriendo mínimamente la puerta y fijándose de que nadie esté por ahí.

Al ver que el pasillo estaba despejado, hizo una seña con su mano para que los tres salieran. Corrieron hasta el final del pasillo, Justo ahí había un gran ventanal.

La rubia los miro para luego abrir el ventanal. Estos la tomaron por los hombros para que los hermanos saltasen de la ventana, los tres llegaron al suelo. Miraron comprobando que no hubiera nadie para correr por detrás de la casa.