Brujería

¡BRUJA!

La voz de alarma ya estaba presente en los alrededores,pero las chicas no tenían ni idea.

-Peñafiel,traigo un comunicado del general Balboa,las brujas han vuelto-dijo el mensajero.

De una puerta cubierta de cortinas apareció un chico bastante joven,con una gran percha,ojos verdes y el pelo pardo.

¿Y que hacemos aquí parados? Vamos a por ellas- dijo Peñafiel con una mirada perturbadora.

Por suerte Aysel caminaba por las calles del pueblo que esta vez estaban llenas de gente,es verdad que salían cuando hiciese lluvia o frio pero cuando tienes hambre cualquier momento es oportuno. Aysel compraba fruta y carne con el poco dinero que tenían,la gente murmuraba sobre el nuevo tema dominante en la zona pero Aysel iba sumida en sus pensamientos.De pronto se oyó un grito.

¡BRUJA!

Aysel se dio la vuelta paralizada por el miedo,una gota fría recorría su cuello hasta llegar a la mano donde sujetaba un puñal por si la cosa se ponía fea.
Para su sorpresa, no se lo decían a ella sino a una señora del pueblo que en efecto tenia en su muñeca el símbolo del hechizo.Un hilo de furia consumió a Aysel pero no podía hacer nada pues la gente sabría que tanto ella como sus hermanas serían brujas.

Al llegar a casa, Aysel avisó a sus hermanas y empezaron a recoger todo lo que pudieron en una cesta.Aysel y Athena estaban muertas de miedo metiendo cosas sin parar en la cesta mientras Arilena lloraba frente a la chimenea.

El encuentro entre el general Balboa y Peñafiel se produjo en un claro del bosque:

Un placer volver a ver al mejor cazador de brujas de toda España- dijo sonriente Balboa.

El placer es todo mío- contestó Peñafiel un poco ruborizado.

En ese instante,detrás de ellos en lo profundo del bosque iban las tres hermanas corriendo con todas sus fuerzas huyendo de aquellos años tranquilos en el pueblo.

Por desgracia,un soldado las vio y fue a decírselo a Balboa y a Peñafiel.