ARILENA

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Arilena se despertó en un sitio completamente diferente del que se despertó Aysel.

Estaba tumbada en una cama, en una habitación bastante elegante con grandes ventanales, mesas y sillas altas y unos muebles demasiado decorados.
Arilena se vio debajo de la sábana y para su sorpresa estaba desnuda,miró lentamente al lado izquierdo de la cama y vio que había un chico durmiendo.

Antes de pensar en todo lo que había pasado hasta llegar ahí,se levantó lentamente y cogió su ropa,mientras se limpiaba las legañas el chico se despertó,la miró y sonrió.Era Peñafiel, y Arilena al verlo se quedó paralizada,él se levantó, se acercó a ella y la besó.
Cuando Arilena salió de su parálisis le preguntó:

-¡Por que me besas,soy una bruja!-dijo Arilena con miedo pues sabia que todo lo que decía podía ser excusa para matarla.

-Tu eres diferente- contestó Peñafiel mientras se vestía.

-¿Hemos pasado una noche juntos y piensas que ya soy diferente?- preguntó Arilena.No recibió respuesta pues Peñafiel mandó a que le hicieran el desayuno.
A pesar de todo,a Arilena le gustó muchísimo el beso. Se empezó a reír ya que el chico que le gustaba, el cual se había despertado a su lado era un cazador de brujas.

Desayunaron los dos juntos,Arilena no podía mirarle a los ojos pues se ruborizaba.Ella no entendía que pasaba, de un día para otro un chico que no conocía de nada y que la montó en su caballo sin venir a cuento,la estaba enamorando contra todo pronóstico.

-Es mejor que no te dejes ver por aquí mucho pues alguien se lo puede decir a Balboa-dijo Peñafiel.

-No quieres que me vean y estoy aquí desayunando contigo en un gran salón,curiosa forma de esconderme-dijo Arilena sonriendole. Él le devolvió la sonrisa.
Ese momento mágico para los dos fue interrumpido por un grito alarmante.

¡El general Balboa!

Peñafiel se levantó corriendo y la magia se esfumó,llevó a Arilena a una sala secreta.

-Quédate aquí hasta que yo te avise-dijo Peñafiel.

-Gracias- contestó Arilena.

Balboa traía a Aysel metida en un saco y la soltó en el salón de Peñafiel.

-¿Es eso necesario?- dijo Peñafiel

-Querido amigo las brujas son tóxicas,el mejor sitio donde pueden estar es metidas dentro de un saco- contestó Balboa.

Balboa dejó a la bruja ahí tirada en el suelo y le dijo a Peñafiel que no hablaba del paradero de sus hermanas,hasta la inquisición intentó que dijese algo pero nada,se han cansado.

-¿Se sabe algo de las otras dos?-
preguntó Balboa.

-Nada,probablemente estén en algún pueblo escondidas- contestó Peñafiel tratando de proteger a Arilena.

Balboa se fijó en el segundo plato que había en la mesa.

¿De quién es ese plato, Peñafiel?



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⏰ Última actualización: Sep 09, 2020 ⏰

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