Capítulo 143

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[Editado]

—¿JAGI?

Grawp llegó dando bandazos desde la parte posterior del castillo, y _____ se percató de que el hermanastro de Hagrid era un gigante de menor estatura.

Al verlo, el descomunal monstruo que intentaba aplastar a los combatientes de los pisos superiores soltó un rugido, y cuando echó a andar hacia ese otro ejemplar más pequeño de su raza, los peldaños de mármol temblaron.

Grawp abrió la torcida boca, mostrando unos dientes amarillos del tamaño de ladrillos, y los dos gigantes embistieron uno contra otro con ferocidad propia de leones.

— ¡¡Corran!! —bramó Harry.

Los gigantes forcejeaban, lanzaban gritos horrendos y se daban golpes bestialesLa chica tomó de la mano a Hermione y bajó de nuevo como una exhalación los escalones de piedra que llevaban a los jardines Ron iba en retaguardia junto a  Harry

No había perdido la esperanza de encontrar y salvar a Hagrid corrían tanto que casi habían llegado al Bosque Prohibido cuando volvieron a detenerse.

De repente sintieron un frío atroz. A _____ se le cortó la respiración, como si el aire se le hubiera solidificado en los pulmones.

Unas sinuosas siluetas de concentrada negrura se movían en la oscuridad, desplazándose como una gran ola hacia el castillo llevaban las caras cubiertas con capuchas y emitían un ruido vibrante al respirar.

Ron y Hermione se pegaron a los mellizos, y a continuación el fragor de la batalla se amortiguó hasta casi apagarse, porque un silencio que sólo los dementores podían producir cayó como un pesado manto cubriéndolo todo.

— ¡Vamos! —insistió Hermione desde muy lejos— ¡Los patronus! ¡Rápido!

La chica levantó la varita mágica, pero lo estaba invadiendo una profunda desesperanza Fred estaba muerto, Hagrid correría su misma suerte si no había sucumbido ya, ¿y cuántas bajas más habría que élla todavía ignoraba? Sentía como si el alma estuviera abandonándole el cuerpo...

—¡¡Vamos!! —insistió Hermione.

Un centenar de dementores avanzaba hacia ellos se deslizaban sorbiendo el espacio, atraídos por la desesperación de los mellizos, que era como la promesa de un festín...

La chica vio surgir el terrier plateado de Ron, que brilló con una luz  y se esfumó luego observó cómo también se esfumaba la nutria de Hermione, y la varita mágica le tembló en la mano.

Casi agradeció la inminente pérdida de conciencia, la invitación al vacío, a la ausencia total de sentimiento...

De pronto, una liebre, un jabalí y un zorro plateados desfilaron veloces cerca de ellos, y los dementores se retiraron ante el avance de aquellas criaturas.

Tres personas más habían salido de la oscuridad y se situaron junto a los  chicos, con las varitas en alto, manteniendo iluminados sus patronus. Eran Luna, Ernie y Seamus.

—¡Muy bien! — los felicitó Luna, como si todavía estuvieran en la Sala de los Menesteres y sus logros fueran sólo un ejercicio de hechizos del Ejército de Dumbledore — Estupendo. Vamos, Harry, _____ piensen en algo que los haga feliz...

—¿Algo que me haga feliz? —repuso Harry con voz ronca.

—Estamos vivos —susurró la castaña —Seguimos luchando

Hubo un chisporroteo plateado, seguido de una luz temblorosa, y entonces, haciendo un esfuerzo sin precedentes, Harry consiguió que el ciervo surgiera de la varita.

The Magic Love  [Draco Malfoy Y Tu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora