ETERNO [Henry Bowers]

14. FINAL.

Canciones recomendadas para leer este capítulo: 

Mumford & Sons - I Gave You All

                                        Tom Odell— another love                                

❝Eres tú, eres tú, es todo por ti
Todo lo que hago, te digo todo el tiempo:
El cielo es un lugar en la tierra contigo
Dime todas las cosas que quieras hacer
Escuché que te gustan las chicas malas
Cariño, ¿es eso verdad?
 Es mejor de lo que siempre supe
Dicen que el mundo fue construido para dos
Sólo vale la pena vivir si alguien
Te está amando

Y cariño, ahora lo haces❞

  Lana del Rey—Video Games

    

—Bueno va a ser más difícil de lo que pensé—Hablo Natalie mientras frenó su auto— Digo, estas en muletas no pasarás desapercibida—Su mirada bajó a mis pies, como si estuviera pensando formas en la que podríamos entrar.

—Puedo intentar caminar sin ellas, quizás sólo quede un poco renga—Me apresuro a decir, no quería que Natalie pensara en cancelar nuestro plan. 

Realmente necesito ver  a Henry. 

El pensamiento de saber que él se despidió de mí, pero yo no de él no me dejaba tranquila.

—No, claro que no caminaras sin tus muletas, Violet. — Se niega con una pequeña risa—Bien, son las tres, a las y cuarto Bowers tiene su tiempo libre, que usualmente lo pasa en su habitación. Tiene una hora de tiempo libre, que gracias al universo coincide con el horario que tengo libre yo, tenemos quince minutos para que entres y no nos vean—Se podía notar la voz preocupada de Natalie. 

—Todo saldrá bien—Trate de convencerla, y convencerme a mi.

—Quiero creer eso, estoy poniendo en juego mi trabajo y mi matrimonio—Suspira— Bien, iremos por la parte trasera y si alguien pregunta tu nombre serás..—

—Cher—Interrumpi

—Trate de que  no haya muchos guardias en el camino, pero eso es casi imposible, la habitacion de Henry es la 011, comparte habitación con otro chico pero su hora libre es otra, así que no debemos preocuparnos por eso

—¿Y si Bowers no se encuentra en su habitación?— Pregunto, después de todo era una posibilidad.

—Seamos optimistas y pensemos que lo hará. —Ella acaricia mi espalda, dándome ánimos—Esperame aqui en el auto, iré a ver que todo esté en orden ¿si?— Yo solo asiento con mi cabeza como respuesta, y ella baja del auto para entrar a la gigante clínica.