Neko Neko [Kuniao] WayV

Final

XiaoJun detuvo su acción de jugar con su bola de lana para ir a abrir la puerta, viendo a Kun entrar con las manos llenas de bolsas de papel con las compras de la semana.

—¡Volviste~!

—Solo me fui por media hora, no es tanto.

—Quería ir contigo — Hizo un puchero y cerró la puerta con llave.

Kun entró a la cocina con cuidado de no dejar caer nada mientras escuchaba los pasitos de XiaoJun detrás de él, sacándole una sonrisa.  Sabía que el híbrido era curioso cuando traía las compras y que le gustaba ayudar a ordenar todo en donde iba.

—Te hubiese llevado conmigo, JunJun, pero no estamos del todo seguros.

—Ya no tienes escusa, estamos en China — Se cruzó de brazos. Kun sabía que se acercaba un berrinche —. Aquí no podrán encontrarme.

—Bien, eso es cierto. Te prometo que la próxima vez que salga y que no sea para el trabajo, te llevo conmigo, ¿sí?

—¡¿Y si salimos ahora?! — XiaoJun dio varios brinquitos, entusiasmado.

—Si me ayudas a ordenar todo esto, salimos por un helado, ¿te parece?

—¡Está bien!

Hong-Kong no era lo mismo que Incheon, por supuesto, pero estaba bastante bien para Kun el volver a sus raíces, y XiaoJun era brillante para aprender chino, se le daba de maravillas. Aunque Jun alegaba que era porque tenía un buen profesor, Kun estaba convencido de que todo era gracias a que XiaoJun era muy inteligente.

—¡Todo listo! ¿Nos vamos? ¿Ya nos vamos?

—Sí, Jun, ya nos vamos. Corre por tu gorrito, una chaqueta y nos vamos.

XiaoJun había personalizado los gorritos que Kun le había comprado para esconder sus peluditas orejas de una forma más cómoda, cosiendo en ellas la forma adecuada de sus orejas. Ya que últimamente eso de las orejas gatunas como accesorio era una moda, estaba a su favor. Y la chaqueta la usaba para enredarla alrededor de su cadera, escondiendo su colita - que salía del pantalón.

Al llegar ya cambiado hacia la cocina no se encontró a Kun. No había rastro del humano por allí, cosa que le hizo ladear la cabeza. Miró a varios lados, tratando de dar con el mayor. Salió de la cocina y encontró a la persona que estaba buscando recargando su peso en la puerta de salida con una sonrisa.

—Pensé que estabas en la cocina — Se acercó hasta el humano.

—Buscaba algo — Ensanchó su sonrisa y sacó del bolsillo interno de su chaqueta de cuero una caja rectangular —. Lo tenía escondido por aquí. Y es para ti.

—¿Para mí? — Sonrió, recibiendo un asentimiento de parte de Kun —. ¡Gracias!

Cuando lo abrió se encontró con una cadena de plata, era muy bonita y brillante a los ojos de XiaoJun. Se fijó en el dije para leer en una elegante caligrafía: My Little Cat.

—Oh~... — Kun se sintió complacido al ver forma en la que los ojos de XiaoJun resplandecían al ver el regalo.

—Lo mandé a hacer a los días que llegamos a Hong-Kong. ¿Te gusta?

—Me gusta muchísimo... pero... Kun, nosotros llevamos en China más de cinco meses.

—Admito que tardé un poco mucho en darme cuenta...

Con una suave risa, Kun sacó la cadena de la cajita con cuidado.

—Te voy a ser sincero, no tengo idea de cómo confesarme a alguien ni decirle lo que siento, pero tú no eres cualquier alguien. Eres... lo que más quiero y adoro en mi vida, lo más precioso y delicado que alguna vez pude tener en mi camino. Por eso... Ah, solo lo diré... — Sonrió un poco apenado, pero con un tierno color cereza en sus mejillas —. XiaoJun, ¿quieres ser mi novio?

Kun se quedó quieto, esperando una reacción o alguna palabra de parte del híbrido, quien se quedó en un shock mental en el que le costaba procesar la información.

Llegó un punto en el que Kun se sintió sumamente aterrado, ¿y si XiaoJun no sentía lo mismo que él? ¿Y si solo estaba pensando en una forma de rechazarlo sin lastimarlo? El pánico y la inseguridad se estaba apoderando lentamente de él, por lo que dio un paso atrás, dándole espacio al menor.

Esa acción hizo a XiaoJun salir de su trance mental.

—Entiendo que no quieres-

—No, espera, es que me tomaste desprevenido... — Rió suavemente —. ¡P-Pero sí quiero!

A Kun casi se le caía la cadena al escucharlo.

—¡¿ES EN SERIO?! — No se lo podía creer.

—¡Sí!

Cuando ambos chicos salieron un poco de su shock - por diferentes razones -, Kun volvió a sonreír y se puso detrás de XiaoJun, ayudándolo a ponerse el collar y cerrarlo por su nuca. Regresó a donde estaba para poder admirar la forma en la que le quedaba y se sintió más complacido, le quedaba absolutamente perfecto.

—Es... muy bonito, Kun.

—Ah hah... mira — Los dedos de Kun se movieron dentro de su camisa - y por ende dentro de su chaqueta también - hasta sacar una cadena idéntica a la de XiaoJun que colgaba en su cuello, con la diferencia de que el dije decía: My Owner, en la misma caligrafía elegante —, supongo que al final me gustó que me digas así.

XiaoJun chilló y se lanzó encima de Kun, dándole varios besitos por todo el rostro.

Estaban en paz, y nadie podría impedirlo.