Capítulo 9

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Lan WangJi

Para Lan WangJi confiar en alguien siempre fue difícil, incluso si jamás lo traicionaron, era solo el pensamiento de que tenía que estar encerrado en él mismo.

Las personas transitaban y él solo observaba, algún día incluso su hermano lo dejaría, lo entendía y no lo reprochaba, la vida era eso, cumplir el papel que le habían asignado y eso es todo.

El cambio radical surgió cuando comenzó a ver a los chicos de diferente forma, muchas veces se preguntó la razón por la cual no veía a las chicas atractivas o lindas. Por que ver a los chicos hacía que su corazón se acelere, fue una época difícil ya que no podía contar con nadie.

Su tío jamás lo aceptaría, y su hermano solo guardaría silencio, desde ese punto se visualizo soltero de por vida o en el peor de los casos casado con alguien a quien nunca amaría, tendría tal vez una familia y posiblemente amaría a sus hijos, y sin embargó la espina de que alguien estaba esperando por él siempre se quedaría.

Las cosas cambian si encuentras a la persona correcta.

Wei Ying fue un torbellino de todo, amable, carismático, hermoso y sobre todo indefinido, para sus ojos Wei Ying era Wei Ying sin esquemas o etiquetas y se veía bien de todas las formas: con falda o pantalón, con su cabello amarrado o suelto.

En algún punto quiso ser parte de la vida de aquel chico que rompió su tacón frente a él, quiso caminar junto a él y protegerlo, por primera vez quiso ser él mismo con alguien.

Aquel ser indefinido le dio la libertad de ser, y siempre se lo agradecería.

Estar en este mundo terrenal respirando, definitivamente no es lo mismo que vivir.

—¿Desde cuándo lo sabes? —cuestiono, porque se sintió herido y aun más que nada abandonado.

—Siempre, WangJi —su hermano se veía triste — soy tu hermano, te conozco bien.

Quiso explotar y gritar, y a la vez abrazar a su hermano y contarle lo solo que siempre se sintió, pero eso no iba con él.

—Ya veo — cerré los ojos y asentí hacia él.

—Lo siento, te deje, fui un cobarde desde siempre WangJi — se acercó — solo tenía miedo de que todos te trataran diferente, de que tío te alejara de mí, odiaba aquella idea.

—Lo sé — porque sabía que clase de medidas drásticas podría tomar su tío solo porque algo no le parecía — está bien.

—WangJi, quiero que sepas que cuentas con mi apoyó — mi hermano sonrío — haré todo lo que esté en mis manos para que tío no intervenga en tu vida — había algo implícito en aquellas palabras, pero no presionaría a su hermano — estarás bien, ya que eres lo único que tengo.

—Hermano, yo besé a Wei Ying — confesó — y creó que estuvo bien — sus orejas comenzaron a calentarse — no lo sentí incorrecto.

—Porque no lo era WangJi — me abrazó —lo siento si te hice pensar de ese modo, pero amar a un hombre es igual de bello que amar a una mujer.

—Mmh.

Después de 18 años junto a su hermano, en ese insignificante momento, en ese instante de confesión, se sintió por primera vez en casa.

—Comamos WangJi, vayamos a cenar — dijo su hermano, asintió mientras esté iba por las llaves del coche —deberías invitar a Wei Ying.

Negué.

—Su amigo lo necesita — él sonrió.

—Entonces será solo los dos — de pronto su mirada se ilumino — WangJi, todos estos años siempre fuimos los dos, a pesar de todo, siempre fuimos los dos. Es bueno avanzar.

ᴀɴᴅʀᴏɢɪɴᴏ (ᴡᴀɴɢxɪᴀɴ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora