Capítulo 10

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Lan XiChen

La incomprensión en un punto de partida para el desastre, Jiang Cheng no se entendía así mismo, había hecho algunas cosas que rompieron a las personas que él amaba, y ahora quería recuperarlas del modo no tan ortodoxo como para decir que amaba a Wei Ying.

—No lo amas —le dije mientras le tendía mi pañuelo — no lo amas como hombre, lo amas como a un hermano.

—¿Cómo puedes decir eso? Tu no sabes de mí, no me conoces — respondió con fogosidad.

—Realmente eso pude deducir gracias a lo que me dijiste, atacaste a tu hermano solamente por celos, porque tus padres pasaban según tú, más tiempo con él. También te dejaste llevar por las palabras de un ignorante y sobre todo le hiciste un daño, se que el alumno Wei no tuvo ni tiene una vida fácil — le recordé — sin embargó te arrepentiste, comprendiste que cometiste un error, pero también justificaste tu arrepentimiento con el hecho de que estás enamorado.

Cerré los ojos, me levanté y me retiré, necesitaba pensar, necesitaba respirar.

Por hoy no iría a clases, las ganas de vomitar por el recuerdo de lo que hice me invadieron, no sabía como expresar que en verdad lo sentía.

Caminé sin rumbo, hasta que vi un pequeño parque, estaba vacío por ser horario de clases.

—¡Lo siento! — grité al cielo — ¡Lo siento tanto! Yo no quería ... — mi pecho dolía, tenía solo odio hacía mi mismo.

En verdad quería hacer las cosas bien.

—Alumno Jiang — la voz del profesor XiChen me llamó, se veía agitado, tal vez porque él muy estúpido me siguió —¿estás bien?

Aquella imagen me hizo reír, estaba transpirando, con las manos en las rodillas agarrando aire.

—Lo estoy — limpie mi rostro.

—Vaya, caminas muy rápido — me acerqué a él y le regresé su pañuelo.

—Lo necesita más que yo — y él solo negó riendo.

Wei Ying

La boda de mi hermana se acercaba, HuaiSang se había ido al ensayo de la boda, por eso Lan Zhan se la pasaba más tiempo conmigo, él me había convencido para poder usar un vestido.

Hoy llegaría más tarde de lo normal, y había decidido hacerle la cena, pollo a la cantonesa, pero no podía explicar como había llegado la harina a mi cabello y mi cara.

Todo estaba bien, hasta el sonido del timbre.

—Voy — contesté, Lan Zhan no llegaría hasta más tarde, y HuaiSang estaba en Yunmeng con su hermano.

Solo que la imagen de la entrada me golpeo, era como ver un fantasma, ella seguía siendo una mujer muy elegante, usando trajes hermosos, su falda completamente planchada, su cabello recogido y atrapado en una cebolla, la diferencia era que una franja blanca lo adornaban ahora, la verdad es que le agregaba más elegancia. Su mirada dura, evaluativa, estaba posada siempre en todo, sus tacones negros de charol nunca cambiaban, esos eran mis favoritos.

—Hola, hijo — su voz hace tanto dejo de demostrar dulzura.

—¿Qué haces aquí, madre? — dije como pude, pues hacia mucho tiempo y no la veía —¿Cómo supiste que vivía aquí?

Ella bufo, y paso aun sin ser invitada.

—Eres mi hijo, después de todo, perder tu rastro sería estúpido — ella comenzó a evaluar el apartamento — como siempre, viviendo sin... clase.

ᴀɴᴅʀᴏɢɪɴᴏ (ᴡᴀɴɢxɪᴀɴ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora