❝𝑻 𝑨 𝑳 𝑲 𝑨 𝑩 𝑶 𝑼 𝑻: OO2❞

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«— ¿Sabes por qué a HyunJin le gusta tanto Felix? Porque le parece un lindo conejito fácil de corromper.»

Unos breves instantes de silencio se instalaron después de las palabras de Minho, este parpadeó varias veces mientras notaba como un aura de incomodidad se formaba alrededor de su hermano, emanando del mismo. Felix sostenía su mano mientras se escondía tras sus hombros, sus cabellos claros como la mañana tenían pequeños destellos de la pintura que había alcanzado a caer sobre él al momento en que pasaron al lado de la pista, HyunJin fue el primero en hablar con una sonrisa egocéntrica mientras preparaba su voz para poder cortejar a tan hermoso niño.

— Un gusto. Bonito— tomo la mano del pecoso besando su muñeca mientras no apartaba su mirada de su rostro. Admiro como la cara del rubio cambiaba a colores rosa pálido mientras apretaba levemente su mano.

Demasiado bonito.

Minho rápidamente empujó suavemente a Hwang, fulminandolo con la mirada mientras le susurraba un 'no te le acerques' que el menor tomo juguetonamente, como una clase de orden u regaño que claramente nunca entraría en su cabeza. Por lo tanto nunca lo acataría. Y el Lee mayor lo sabía, por eso había dudado en parte llevar a su hermano, pero ya que este había accedido, no le vio nada de malo en siquiera intentar que HyunJin no se lanzará a él en cuanto lo viera.

— ¿Es que todos los Lee están destinados a ser los de abajo?— Bang bromeó mientras mordía su labio en dirección a Minho, este le hizo una mueca de molestia para que se callara.

— Cierra la boca Bang o te corto la lengua.

— Así de agresivos me gustan— el cuerpo del menor se tenso en cuanto el pálido lo tomo por la cintura. SeungMin soltó una risita.

— Dejando de lado la tensión que existe, es un gusto conocerte Felix— sonrió amablemente mientras extendía su mano hasta el mayor

Para el de pecas, actualmente, aquel castaño con actitud similar a un cachorro era el más normal que había conocido hasta el momento, lejos de la mirada llena de interés que le lanzaba el pelirrosa desde que apenas lo había visto, hasta el pálido que susurraba algo al oído de su hermano para que esté terminará sonrojándose. Apretó sus labios levemente mientras se sentaba al lado del alto con cabello largo. Movió levemente sus pies de adelante hacia atrás, un poco nervioso por el ambiente.

— Bueno, diviértanse. Volveremos en un momento— Bang habló para llevarse consigo a Minho, quién únicamente le dirigió una mirada a su hermano, después a Kim para hacerle una señal de que lo cuidará. El menor se tensó, no se relacionaba demasiado con las personas que no conocía, ahora su hermano le dejaba solo con sus amigos a pesar de que hace unos instantes atrás casi mata al pelirosa, suspiró. Al menos estaba SeungMin.

— ¿No quieres beber algo Felix?— se tensó levemente al escuchar la voz de aquel chico.

— Hyun, no lo molestes— SeungMin hablo suavemente.

— Solo le ofrecí una bebida.

— Tus bebidas no son sanas.

— Era cortesía.

— Tú no eres cortes.

— ¿Por qué me odias tanto Minnie?

— Disculpen— murmuró él de pecas llamando la atención de ambos, quiénes se centraron en el chico que estaba al medio de ellos—. Puedo beber algo que no contenga tanto alcohol.

HyunJin sonrió.

— Entonces déjame pagar por ello— el de pecas lo miró unos pocos segundos para después apartar su mirada.

— Gracias—. HyunJin habló al hombre de la barra para pedir algo, Felix se centro en SeungMin— ¿Ustedes son amigos de Minho desde hace mucho?— preguntó con curiosidad.

— Podría decirse. Digamos que nos conocimos debido a una circunstancia inesperada, HyunJin es quién más tiempo lleva con él, ambos estudiaban juntos, en cambio con Chris y yo, nos conocimos en este bar.

— ¿En este bar?— abrió sus ojos ampliamente.

HyunJin colocó un pequeño vaso frente al de pecas.

— Aquí tienes.

— ¿Qué es esto?— el australiano lo tomo entre sus manos con curiosidad, elevándolo levemente.

— Es un vino, es bastante suave, no tienes de que preocuparte.

Felix tragó duro, para después llevar aquel pequeño vaso hasta su boca, aquel líquido paso por su garganta sin quemarlo. Se sorprendió, sabía bien.

— ¿Quieres más?— pregunto Hwang complacido por la expresión del menor.

— Por favor.

— Bien, a cambio me debes un baile, bonito.

La tolerancia con el alcohol que tenía Felix con el alcohol era poca, pero no lo supo hasta que acabo con la botella entera de aquel vino.

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