Convivir con el héroe número uno nunca fue su sueño soñado, detestándolo desde antes de conocerlo, sus primeras interacciones fueron forzadas y duras, envolviéndolos en momentos tensos y molestos para ambos.
¿Quién diría que meses después Erasehea...
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Aizawa había despertado con el suave olor a café que venía de la cocina, el delicioso aroma pico en su nariz insistentemente, hasta que por fin recuperó la consciencia, le dolía un poco la cabeza y todo a su alrededor era confuso.
Se removió un poco, sacando a tientas su celular de sus bolsillos, notó que recién era las nueve y media de la mañana, ese día sinceramente no tenía nada que hacer –al menos no demasiado importante-, por lo que planeaba dormir hasta el medio día de ser posible.
Soltó un gruñido con la intención de volverse a dormir sin importarle su alrededor, cuando una gentil y ligera voz llegó a sus oídos.
"Aizawa-kun ¿Estás despierto?"
Inmediatamente y como si un resorte en la espalda, Shouta se levantó apoyándose en sus codos, notando el lugar y la situación en la que se encontraba. Mic durmiendo a pierna suelta en el otro sofá sin camisa por alguna razón... al igual que él, aunque ambos tenían una manta; mientras All Might observaba desde la cocina con una pequeña sonrisa que curvaba sus ojos y con una obvia consideración por sus colegas más jóvenes.
Aizawa gruño de nuevo, todo eso era demasiado vergonzoso, sobre todo por sus recientemente descubiertos sentimientos, además de por supuesto la patética imagen que él y Mic debieron darle al héroe retirado, siendo cuidados seguramente como un par de adolescentes.
"No" refunfuño, acostándose mientras cubría su rostro ligeramente caliente con la manta, encontrándose con el fuerte aroma de la colonia de Yagi impregnada en ella, suponiendo así que fue el hombre quien los cubrió a ambos. Soltó otro pesado suspiro, lamentándose por la estúpida vista que debieron haber dado él y su mejor amigo; al menos sentir ese delicado aroma embriagándolo era más que suficiente para distraerlo momentáneamente de la vergüenza.
Escuchó una pequeña risa por parte del rubio, logrando que su calmado corazón vibrase con alegría y una diminuta sonrisa también cosquilleara en sus labios.
"Bien entonces supongo que no tomaras del café que acabo de preparar, una lástima, sabe mejor cuando está recién hecho"
Shouta alzó una ceja y con lentitud se enderezo, observando como el rubio se acercaba a él con una taza en las manos, era obvio que el hombre sabía bien que no se negaría a una buena dosis de cafeína, mucho menos cuando tenía resaca.
Se recogió un poco, tomando con cuidado la cerámica humeante que le ofrecía amablemente –demasiado amablemente-, advirtiéndole que aún estaba caliente, Shouta asintió soplando un par de veces antes de intentar probar, realmente aún no se enfriaba lo suficiente, pero era soportable.
Vio regresar al rubio con su propia taza en manos, Aizawa sabía que debía ser té verde, el hombre amaba tomarlo por la mañana. Con un movimiento de sus pies lo invito a sentarse en el espacio que quedaba después de recogerse, había otro sofá libre en la sala pero ¿qué más daba?
