Para siempre

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Este capítulo está inspirado a partir de los sucesos ocurridos en el episodio 132, por lo que contiene algunos spoilers sutiles. Si no eres lector del manga y no quieres llevarte una sorpresa que afecte tu percepción de esta gran historia, te recomiendo no leer el capítulo.



El sonido de las explosiones era ensordecedor. No supo si se iba minimizando el contrataque o había quedado aturdido con tanto ruido. Pero nada de eso le importó una vez que el entorno se volvía borroso hasta tornarse completamente oscuro.

<<A pesar de todo lo que hice... yo... no pude...>>

...

Al abrir los ojos, lo primero que vislumbró fue un cielo soleado cuyas nubes se movían lentamente a lo lejos, pero el viento soplaba con libertad en la pradera donde el hombre yacía. La sensación en su mente era idéntica a una de haberse quedado dormido por mucho tiempo y recién despertar, siendo la primera vez que experimentaba eso al no descansar más de cuatro horas. No entendía nada, simplemente se cubrió los ojos con la palma de su mano y se alzó para quedar sentado sobre el césped.

<<¿Dónde estoy?>>

A juzgar por la tranquilidad del ambiente, cayó en la cuenta de que estaba solo. Sin embargo, aquel pensamiento no duró mucho en cuanto sintió una mano posarse sobre su cabeza.

—Lo estábamos esperando, capitán.

Una voz femenina le hizo espabilar mientras aún cubría sus ojos y quitó su propia mano con rapidez como resultado de un reflejo, que en realidad no supo distinguir si su reacción fue por el hecho inesperado de no estar solo o por reconocer a la dueña de esa voz. Habían pasado muchos años desde la última vez que la escuchó y no podía creer que tras alzar la vista, se encontraría justamente con la persona a quien tenía en mente. Era ella, esa mujer de baja estatura, cabellos rojizos y ojos ámbar que lo miraban con la misma profundidad y dulzura con la que los recordaba desde la última vez que los vio con vida.

No obstante, el rostro del sujeto hizo que la mujer entendiera lo asustado o confundido que podría estar en esos momentos por ser la primera persona en encontrarse tras haber despertado. Claro que, no pudo evitar sonreírle ante lo tierno que se veía siendo así de frágil, sin saber que ocasionaría un estrujo en el pecho del contrario.

 —Petra... —Escuchar su nombre con la voz del capitán fue tan nostálgico que tuvo el mismo efecto en ella. —Tú...

—Ha pasado mucho tiempo. —Mantuvo su sonrisa sin dejar de mirarlo.

—Finalmente llegaste, Levi.

Una voz masculina y gruesa hizo que Levi volteara del mismo modo, quedándose impresionado de reencontrarse con su más grande amigo y colega: Erwin Smith. El antiguo comandante de la Legión de Reconocimiento lo miraba apaciblemente con una sonrisa tan gentil y cálida que un fuerte sentimiento de culpa lo invadió al recordar de golpe todo lo que había pasado antes de llegar ahí.

—Erwin... lo siento. —Fueron sus primeras palabras dejando denotar una tristeza muy profunda que le impidió mirar a la cara al hombre de cejas gruesas. —Yo... después de todo lo que hiciste, no pude cumplir mi promesa.

El silencio que apareció sólo duró dos segundos cuando Erwin realzó la sonrisa en sus labios y esta vez fue él quien se hincó frente al hombre de baja estatura.

—No necesitas disculparte por eso, Levi. —Respondió desbordando amabilidad en sus palabras. —Al final llevaste en tus hombros una carga muy pesada, siento haberte hecho pasar por tanto. Pero quiero que sepas algo... agradezco mucho haber conocido al soldado más leal de todos y por entregar tu corazón hasta el final.

Eternamente a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora