Jisoo se dejó caer sobre las escalera de piedra, mirando en silencio el anillo con sus pensamientos hechos un lío y el corazón latiendo a toda velocidad.Ella había herido a Lisa, lo vio en esos desesperados ojos, esos mismos que se habían alegrado ante su vil mentira. Y le dolió, el karma volvió rápidamente, y la culpa la estaba ahogando sin pudor.
—El hombre que la mató le dijo que era un error. — Susurró una chica, rubia e incluso más alta que ella. — Yo lo vi, vi cómo se lo susurraba mientras la ahogaba con una soga al cuello. — Añadió, jugando con un precioso ramo se flores en sus manos.
—Yo no quería... — Intentó excusarse, o defenderse, Jisoo.
—Te gusta ¿No?— La chica suspiró, mirándola a los ojos con rabia, pura rabia en ellos. —Que pena que tu corazón esté tan ciego— Gruñó, lanzando el ramo con fuerza a los pies de Jisoo.
La viva lo tomó, dispuesta a hablarle a la desconocida, mas al levantar la mirada ella ya no estaba por ningún lado. Estaba Lisa, arrastrando sus pies hasta donde estaba ella,
«Lo más extraño, que me ha pasado»
Jisoo tomó aire, permitiéndose ver por fin la belleza en esa piel pálida y lastimada, dejando que su corazón latiese desbocado y sus manos temblaran de nervios. —Lalisa, ¿Te casarías conmigo, a como se debe?— Inquirió, y la alegría la colmó entera cuando Lisa asintió con una gran sonrisa y se aferró a ella, poniéndose el anillo por su cuenta.
—¡Llegó uno nuevo!— Gritaron desde el bar, y Jisoo dejó que la chica entrelazase sus dedos esqueléticos antes de meterse dentro del lugar junto a ella.
—Me causas mucha lástima, Rosé. — Susurró la sastre, poniendo una mano sobre su hombro.
—Y tú me enfermas, pero me reservo esos comentarios. — Gruñó la chica antes de treparse por las paredes y desaparecer de allí.
—¡Abran paso! ¡El comité de bienvenida en camino!— Gritó uno de los cocineros antes de tomar al pobre hombre y sacudirlo cual poseso. —¡Bienvenido a la muerte, señor Kim!— Gritó el chico, teniéndole un vaso de cerveza mientras reía de alegría.
Jisoo frunció el ceño, tan curiosa como confundida.
—¿JongIn? ¡Kai!— Gritó, apretando el agarre de su prometida para acercarse a quien se suponía era su chofer, horrorizándose al encontrarlo todo pálido y ojeroso. — Ouh, lo siento mucho. — Balbuceó.
—¡Descuide! La verdad me siento muy bien. — El hombre tomó el vaso de cerveza, que en realidad era veneno puro, y bebió como si su vida dependiese de ello.
—Kai, tengo que volver a casa, debo hablar con mis padres sobre el matrimonio. — Explicó, haciendo una seña a su pareja para que saludase al chofer, recibiendo una sonrisa conmovida por parte del hombre.
—Por eso no debe preocuparse, señorita Kim, el joven Jeon se casará esta tarde con un Lord. — Kai tomó un trago más, tan tranquilo y despreocupado que poco importó la cara de sorpresa en Jisoo.
Entonces todo estaba solucionado, ya estaba hecho, no había nada de qué preocuparse.
—Con ésta vela, alumbraré tu camino. — Habló el Lord Kim encendiéndola ante la mirada desagradable del Pastor y la ilusionada de suesposo. —Con éste anillo, te pido que seas mío. — Susurró, poniéndole el anillo en el dedo que correspondía antes de girarse y observar al Pastor con una sonrisa.
—Con el poder que me ampara, los declaro, marido y... marido— Espetó el hombre, dando por finalizada tal lúgrube boda.
Jisoo se estaba divirtiendo, era extraño en realidad, pero ahora que finalmente se había arrancado las vendas de los ojos podía disfrutar de las extrañas compañías que tenía a su alrededor. Era gracioso ver a esqueletos tomar, cadáveres apuñalarse o niños jugando con cuchillos como si no hubiese nada por lo que preocuparse.
Faltaba su prometida, le había dicho que el viejo Junmyeon la había mandado a llamar, pero había pasado tiempo ya desde la noticia y aún no sabía nada de ella. Disculpándose de los agradables cocineros salió en su búsqueda, hallándola a dos casas del bar, sentada contra una pared mientras la rubia y el anciano le hablaban.
—Pequeña, la muerte ya los ha separado. — Trató de explicarse el anciano, mas Lisa negó, cruzándose de brazos.
—¡Sólo tienes que matarla!— Gritó la rubia, sonriente y amenazadora. —Puedo hacerlo yo— Ofreció, recibiendo un golpe en su cabeza como recompensa.
—Jamás le pediría algo así. — Susurró la novia, cerrando los ojos, tratando de acallar sus miedos. Por fin que todo estaba yendo tan bien. —¿Llevarla a la tierra de los vivos para el matrimonio y hacerla beber veneno? No, no puedo. —
—No tienes que hacerlo, lo haré. — Habló Jisoo, acercándose a su prometida con una dulce sonrisa tranquilizante.
—Muchacha, si eliges este camino, no podrás volver al mundo de los vivos ¿Está claro eso?— Cuestionó Suho rascándose la barba con el ceño fruncido. Jennie asintió.
—Todo lo que necesito lo tengo aqui, conmigo. — Susurró, tomando la mano de su prometida.
El próximo capítulo
sería el final, lo subiré
en la noche.
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✧ 𝙚𝙡 𝙘𝙖𝙙𝙖𝙫𝙚𝙧 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙣𝙤𝙫𝙞𝙖 ; 𝘭𝘪𝘴𝘰𝘰
Fanfiction𝘜𝘯𝘢 𝘯𝘰𝘷𝘪𝘢 𝘤𝘢𝘥𝘢𝘷𝘦𝘳 𝘴𝘦 𝘳𝘰𝘣𝘢 𝘦𝘭 𝘤𝘰𝘳𝘢𝘻𝘰𝘯 𝘥𝘦 𝘑𝘪𝘴𝘰𝘰. 𝘢𝘥𝘢𝘱𝘵𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯 ー 𝘩𝘰𝘮𝘰𝘴𝘦𝘹𝘶𝘢𝘭