Capitulo XIV

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Sueños y suspiros

Capitulo dedicado a happybabyboy

No había vuelto hablar con Andy, lo mejor fue darle un poco de tiempo para que se le pasara el enojó que tenía, ya debía comprar mi uniforme era extraño en los años de prepa nunca llegué a usar un uniforme, lo debía llevarlo al sastre para hacerlo a mi medida.

Había bajado a la cocina por algo de tomar cuando me topó a mi primo.

—Joder.. que susto me has dado, Chris. —dice llevándose una mano al pecho.
—Exageras —lo deje de lado.
—Cuando iras por el uniforme? Quieres que pase por el? —preguntó.
—No, tengo planeado entallarlo. —respondí seco.
—Entallarlo? Joder acaso eres gay? Jajajajaja eso es muy homo. —dice riendo.
—Que te den.—comente saliendo de la habitación, si bien mi familia no sabía sobre mi Orientación sexual casi nadie sabia.

Baje rápidamente las escaleras y salí fuera de casa, al tomar un poco de aire fresco me percaté de unas personas haciendo un trueque, traté de ser lo más despistado posible pero me di cuenta de que el sujeto era sexy, este rápidamente siente mi mirada y voltea.
Maldición! Seguro se a dado cuenta de que le eh visto, trato de despistar y volteo hacia otros lados.

—Hey mocoso. —dijo haciéndome quedar congelado. Joder ahora si que estaba en problemas, lo mejor será irme no?

Le di una mirada y me volteé, hasta casi entrar a casa soy detenido— Así que huiras?—preguntó sosteniendo mi brazo. —Supongo que si, acaso no lo ves? —respondí seco, lo mínimo que puedo esperar es un puñetazo de este sujeto.
—Veo que aparte de chismoso eres un cobarde, acaso también eres homosexual? —dice en burlas.
—Y que si lo soy? No es tu asunto. —digo.
—Supongo que tienes razón, solo espero que no habrás tu jodida boca por lo que viste hace un momento quedo claro? —dice agarrando mi brazo.
—No te tengo miedo. —dije, joder solo estoy poniendo más sal ala herida, yo y mi bocotá.
—Deberías, aunque tienes una linda cara, eres mixto?—preguntó.
—No es tu asunto. —Me solté de su agarré y entré rápidamente en casa.
Solo en el echo de salir me daba miedo, si lo pienso aun no eh descrito a nuestro misterioso vecino.
Mmm un sujeto de 1.85 de cabello algo largo, piel bastante blanca y con el brazo lleno de tatuajes, llevaba puesto unos pantalones y una playera de entre tiempo color azul, tenía unos bonitos ojos color miel, bonitas facciones se le consideraría el chico de ensueños de toda niña de 13 años.
No sabía su edad ni nombre pero me daba una ligera sensación de peligro al acercarme a él.

(...)

(POV de Frank).

Las vacaciones habían transcurrido lentamente, y se hicieron más pesadas por el simple echo de que ya no frecuentaba verme con Christopher, todo se había acabado.

Tuve que hacer guardia en un jodido campamento imaginé que le vería ahí y las cosas se calmarían un poco pero aún había un coraje dentro de mi sobre todo lo que había pasado y había visto esa noche. Al ver las listas de los alumnos me di cuenta de que el no estaba pero podía sentir la profunda mirada de una joven, algo me hacía sentir que le conocía, tal vez fue alumna mía? Quedamos en algún momento? Lo único que pude hacer fue devolverle la mirada con una leve sonrisa.
Lo curioso fue que me la encontré en distintas ocasiones, hasta que decidí acercarme a ella y saciar mi duda.

—Disculpa, nos conocemos? —preguntó llamando su atención.
—Si, tome su clase el semestre pasado profesor. —dijo, una alumna eso era.
—Oh ya veo, sentí curiosidad.—comente curioso de terminar la conversación y marcharme a mi habitación.
—Soy Andrea Harper. —dijo haciendo que le mirara.—Soy amiga de Christopher Kim.
—Oh ya veo, supongo que ambos estuvieron en mi clase, no? El no vino? —Al final la curiosidad mato al gato.
—No... el esta en florida. —respondió mirándome.

Chris en Florida? Pensé que no tenía familia, la duda me confundía y me pedía preguntar más pero no podía demostrar demasiado interés. Lo único que hice fue decir "Eso es bueno, supongo que debo irme ahora, descansa."

Al entrar a mi habitación mi celular vibró, era mi madre si no respondo esta comenzaría a hostigarme hasta el punto de responder así que lo mejor fue responder.

—Si? Madre. —respondí molesto.
—Que te ha echo demorar tanto? Seguro estabas con alguna prostituta barata de por ahí..—dice.
—No es tu asunto. —comento irritado.
—Siempre lo mismo, en fin debemos reunirnos pronto, tu tío estará llegando próximamente y debemos planear una buena reunión, lo mejor es que lleves a una mujerzuela para que no te haga preguntas. —dice dando fin a la llamada sin siquiera despedirse.

Genial, ahora debo tolerar a ese viejo decrépito, nuevamente con sus temas de la empresa y demás, lo detesto siempre tratando de imponer sus ideologías de mierdx.
Lo mejor sería volver a la ciudad y comenzar todo, dicho y echo tome mis cosas con un permiso en la mano, salí hasta mi auto y me puse en marcha para la ciudad.
El silencio comenzaba a enfermarme así que decidí poner la radio, en esta sonaba the story de Conan Gray recuerdo haberla oído un par de veces en el auto con Chris, Joder! Todo me recordaba a ese mocoso de ojos pequeños, me hacia sentir solo el simple echo de no ser buscado por el ni nada.

(...)


Las semanas habían transcurrido y tenía que juntarme con mi madre, detestaba las reuniones con ella me hacían poner irritable.
En el reloj marcaban las 12:30 p.m y lo único que hizo poder despertar de mi fantasioso sueño fue una llamada de un número el cual no consigo reconocer.

—Bueno? —respondí.
—Joder! Ha pasado un jodido tiempo, no frank?—dice una voz ruidosa al otro lado de la línea.
—Quien eres?—pregunte incapaz de reconocer.
—Venga que soy Erza Richard. —responde.
—Joder pero que eres tú bastardo, que tal todo? —comentó algo sorprendido.
Bien les presentaré a Erza, Erza estudiaba junto conmigo en la preparatoria así que fue cuando nos conocimos y nos hicimos buenos amigos, pero al entrar a la universidad perdí contacto con el... siempre fue un sujeto que estuviera en malos pasos el ser amigo de el me traía muy buenos beneficios pero había algo que me molestaba, su exceso de consumismo, este me daba muy grandes problemas, si lo describo un poco de físico en ese entonces era un joven bastante apuesto pero sin cerebro, en su cabeza solo había la palabra dinero, su familia y mi familia emprendieron juntos así que este sujeto supongo que es el CEO de su empresa y si mi madre se llega a dar cuenta me obligará a hacer un contrato con este narcótico, es jodidamente estresante el tener 35 años y que tu madre aún tenga cierto poder sobre ti eso hace querer cortarme la yugular.

—Viejo estoy en Los Ángeles nuevamente, deberíamos reservar un restaurante y reunirnos. —comentó.
—Suena bien, pero tendrá que ser la semana entrante esta semana tengo unos compromisos, esta bien?—pregunto.
—Seguro cuando quieras, cierto recuerdas a Caroline?—dice, Caroline? De quien cojones me habla?
—No le recuerdo. —comento confundido.
—La chica que estaba jodidamente enamorada de ti en la preparatoria, lo recuerdas ahora? —dice, ah hablamos de la chica rubia, joder este sujeto se acuerda de todo sin duda alguna.
—Venga le recuerdo que con ella? —pregunto.
—Me la eh encontrado en un bar la semana pasada así que me ha preguntado por ti, entonces pensé que seria buena idea el que nos encontráramos los tres y charlar, no crees?
—Suena bien supongo. —comento.
—Bien hablamos luego. —comente mientras da fin a la llamada.


La llamada había durado bastante tiempo, así que traté de apurarme para poder llegar a tiempo al compromiso con mi madre, una vez salí de la ducha me dispuse a buscar un buen traje.

Seguido de eso tome mis zapatos y acomode un poco mi cabello y me dispuse a salir de casa, ni siquiera había desayunado pero debía de ver a mi madre en un restaurante a la 1:30 p.m y tenía el tiempo contando.


¿Puedo amarte? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora