Ya era miércoles y un alumno nuevo recién se presentaba, para el llegar el lunes o dos días después era lo mismo, después de todo, la primera semana hacían nada.
Meliodas lo miraba atentamente, para el podría ser la oportunidad de tener un nuevo amigo. Le ayudaba el que, como Elizabeth, lo tuviera al lado. De tanto pensar no se dio cuenta que lo habían atrapado de nuevo espiando.
—Hola—saludo el chico que tanto llamo su atención, esta era su señal.
—Hola, no te había visto el primer día—
—Ah si, es que soy ”nuevo” en este colegio, además que los primeros días no hacen nada—
—Que casualidad jaja, pensé que yo era el único que ingreso este año—sonrió sintiendo que si estaba en su misma situación seria más fácil hablar con el.
—Ya ves que no, soy Ban—
—Soy Meliodas—sonrió.
—Oye Meliodas, no voltees pero una chica te esta mirando—
—¿Cual chica?—pregunto confundido.
—Ah ya dejo de mirarte, era una chica de ojos morados y cabello castaño—
—Ya no importa Ban—
. . . .
Comían los cinco, hablaban de manera amena, tal parece que el otro chico nuevo es sociable. Casi parecía ella no estaba presente por lo callada que se mantenía.