Viernes, el maravilloso día de la semana que todos amaban.
Los estudiantes ya estaban en sus aulas, tres chicas platicaban entre ellas.
-¿Y se la pasaron hablando por horas?-
La castaña sonrió, les estaba comentado los "avances" que tenía con su amigo.
-Siii, solo se despidió de mi cuando fue a dormir-relato con una mirada ilusionada.
Vaya que le interesaba relacionarse con ese rubio. Elizabeth solo se mantenía al márgen, no le parecía tan "especial" que se me mandaran mensajes. Dios, probablemente eran los únicos amigos del rubio, tal vez por eso no tenía con quién hablar tanto.
-Tengo una idea-las dos chicas la observaron-¿Porque no lo invitas a salir? Tal vez así se puedan enviar más mensajes-comento de manera sarcástica.
Pero como siempre ellas no lo interpretaron como tal, es increíble cómo no sabían notar el sarcasmo de Elizabeth.
-¡Tienes razón! Debería invitarlo hoy, pero.. sería muy obvia, ¿No?-pregunto algo insegura.
-Entonces haremos una salida grupal-eso alarmó a la chica-asi todo sería normal, ¿Te parece?
La cara de Diane se iluminó, se veía muy linda.
-Gracias, las quiero tanto-inicio un abrazo grupal que Elizabeth no correspondía.
-Yo paso, saben que los sábado trabajo-
Las dos ya sabían que no iba querer, sabían que no la podían obligar pero si persuadir.
-Pero solo hasta medio día, andale Elizabeth, por favor-trataba de insistir suavemente, sabía el carácter de la chica.
-Ya dije que no, y en primera solo lo decía de broma, por Dios Elaine, recién los conocen y ya piensan en invitarlos a salir-diciendolo de esa manera las hacía sonar como estúpidas y descuidadas.
Ellas se sintieron así unos momentos.
-Bien, si no quieres ir esta bien. Te contaré cómo nos fue-
-Que bueno porque ya llegaron-la albina y la pelimarrón voltearon, en efecto, ellos ya habían llegado.
Toda la confianza de Diane se fue al tacho, la sonrisa nerviosa que puso al corresponder el saludo del rubio lo demostraba.
Que importa, todavía se lo podía decir por mensaje.
. . .
El timbre que indicaba la salida ya sonaba, todos los estudiantes salían emocionados ya que mañana no tendrían clases.
-¡Meliodas!-una agitada castaña se presentó frente a él, a su lado estaba una rubia que igual tenia la respiración acelerada.
Las dos muchachas habían corrido para alcanzarlos, a Ban y Meliodas. A solo un metro se veía a una albina caminando tranquilamente.
¿Que sentido tenía correr? De todas maneras los iban a alcanzar.
Ambas lograron calmarse un poco para poder hablar.
-¿Tienen algo para hacer mañana, chicos?-pregunto Elaine, sonreía mirando directamente al más alto del grupo.
-Nop, no tenemos nada que hacer, ¿Por?-sonrio con coquetería a la pequeña rubia.
-Bueno.. Diane les quería decir algo-
La chica codeo levemente a Diane, ahora todos los presentes la observaban atentamente, eso la puso nerviosa.
