Grandes jugadores. (Liam Payne y tú)

Capítulo 13

Me fui a mi casa demasiado enfadado, cuando llegué, lancé la bolsa en un rincón, la medalla en otro y por último, patalee contra la pared durante tres minutos. Estaba completamente enfadada, quería gritarle.... Me tumbé en el sillón junto a una chaqueta de mi hermano y sus pantalones y apoyé mi cabeza en la almohada. No iba a llorar, no quería hacerlo... Pero me hundí en mis pensamientos, no era hombre de una sola mujer, él mismo lo había dicho...  Y yo no estaba para ser mujer de un solo hombre, pero por alguna extraña razón, creí que con Liam podría ser distinto, sin contar con lo que él decía.

Me había puesto a pensar en aquellas ocasiones en las que yo tuve relaciones sexuales, tanto con Zayn como con Niall. Con Zayn tenía una relación pero con Niall fue algo esporádico, pasó sin que lo pensáramos ninguno de los dos... O al menos yo no lo tenía en mente. Aún así estuvimos una época de rollo en la que nos veíamos a escondidas... Pero con Liam era algo distinto. Cuando miraba a Liam me temblaban las piernas, me encantaba dormir a su lado y escuchar su vida aunque no sabíamos que éramos... La puerta de la casa se abrió de remplón y mi hermano con Niall aparecieron en el salón.

-¡___!-Gritó mi hermano feliz.- ¡Está noche hay fiesta en el centro polideportivo, van a asistir casi todos!

-Amm...-Susurré. - Pasatelo bien, de vuelta pásate por el Kebab y traeme uno.

-¿Qué dices? ¡Tú te vienes!

-No tengo cuerpo para fiestas...

-¿Por qué?

Los miré a los dos, primeramente a mi hermano y después a Niall. Negué con la cabeza y volví a tumbarme.

-¿Es Liam?

-No, él me la trae sin cuidado...- Susurré, mentía.- Es porque me encuentro mal.

-No mientas...-Susurró Niall.- Todos saben que has discutido con Liam.

-Bah... Paso de él.

-Bueno, nosotros vamos a ir, si te apetece ir y que no pienses que estás deprimida en una esquina llorando... Cabes en mi coche.-Dijo Niall y ambos desaparecieron de allí, me lo pensé durante unos segundos.

"¿Liam iría?, ¿Iría con la rubia?, ¿Quedaría con otra?" No aguanté la presión y desde el sillón Grité.

-¡Si voy!

-¡A las 9 en la puerta de tu casa!- Respondió Niall, aún no sabía por qué estaba siendo tam gentil conmigo después de haberlo dejado mal...

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9 de la tarde en la puerta de mi casa.

Estaba vestida con un traje ajustado de color rojo y unos tacones negros de infarto. Me había hecho tres trenzas en el lado derecho de la cabeza y el resto del pelo lo llevaba ondulado. Mi maquillaje era provocador, con el color más rojo de labios que podía haber encontrado. Me miré varias veces antes de decidirme a salir. Me metí en la parte de atrás del coche de Niall.

-Estás muy guapa...-Dijo mi hermano con una sonrisa enorme. -Seguro que ligas esta noche.

-Gracias...

Niall mantuvo silencio, en el camino solo hablaban entre ellos, aparcó lo más cerca que pudo del polideportivo y desde la ventanilla pude ver a Liam hablando con mi entrenador. Suspiré y salí del coche.

Iba pegada a mi hermano con la intención de pasar desapercibida, pero no fue así.

-¡___! Ven aquí...- Me gritó mi entrenador con una sonrisa enorme. Asentí nerviosa y caminé hasta él evitando el contacto visual con Liam.

-Dime.

-¡Pero que guapa estás! -Me volvió a gritar y me hizo dar una vuelta.- Estás genial... ¿Verdad, Liam?

-La verdad es que s...

-Muchas gracias, entrenador...-Dije antes de que Liam terminará su frase... Me miró mordiéndose el labio por lo que había hecho pero lo ignoré, como si no existiera.

-Oh... Estáis enfadados...-Susurró.- ¡Esta noche no estéis mal! ¡Hay fiesta!

Sonreí falsamente.

-Debo ir entrando, me espera mi hermano con su amigo.

Me marché de allí con un movimiento muy profesional y bajé las escaleras hasta el salón de entrenamiento, que ya no era un salón de entrenamiento sino una discoteca. No habrían más de 40 personas, pero valía la pena. Me acerqué a mi hermano.

-¿Qué quieres beber?

-Ron...- Musí

Mi hermano me pidió una copa de ron y marchó a bailar con una de sus compañeras. Niall se quedó sentado a un asiento de mí, pensativo.

-¿Sabes? Odio estas fiestas...-Dije yo para romper el hielo.

-¿Por qué?

-Siempre están los típicos, el borracho que no se puede mantener en pie, el camello, el gordo, el pijo, el chulo, la suelta, la tonta, la rara...

Soltó una pequeña risa.

-¿Y tú?

-Yo soy la aislada. Al final de la noche soy la única a la que no le han visto las bragas.. - Dije sonriendo él rió. En ese momento Liam bajaba las escaleras y daba un vistazo rápido a la sala.

-¿Y quién sería yo?

-El tipo que habla con la aislada en vez de aprovechar para cazar a la suelta o a su amiga tonta.

-No me gusta ese tipo de cacería, prefiero seguir hablando con la aislada.

Lo miré y me reí.

-Lo siento por cómo te he tratado, eres más hermano de mi hermano que yo y has servido de apoyo para él...

-Yo siento no haberte prestado atención mientras lo pasabas mal... Después de lo que había pasado entre nosotros no quería que pensaras que quería tener algo contigo.

-Bah... No seas bobo... -Sonreí.- Después de todo, podemos ser amigos.

-Ya...-Susurró.- ¿Qué tal con Liam?

Me encogí de hombros mientras seguía los pasos de Liam hasta una mesa donde estaba la rubia sentada.

-Estaba por pasar... No le tengo en cuenta.

De pronto una canción que los dos conocíamos perfectamente empezó a sonar. OUTTA YOUR MIND. Era la canción que solíamos bailar en las fiestas.

-¿No bailas?

-No tengo ganas- Sonreí.

Vi cómo se levantó y empezó a bailar delante mía haciendo pasos raros y ridículos. Yo me reía sin parar de sus pasos.

-¿Y ahora?

-Sigo sin querer bailar...-Susurré, el agarró mi mano y me empujó hasta la pista de baile, ahora era Liam quien me miraba. Bailaba con Niall, con la única idea de divertirme y así fue. Cansados volvimos a nuestras sillas y nos reímos.

-Voy al baño...-Susurró.- ¿Nos vemos ahora?

-Aquí estaré...- Le dije sonriente, ya recordaba el por qué lo extrañaba, era un gran amigo. desapareció entre la multitud y yo volví a beber de la primera copa que aún no había acabado, estaba demasiado fuerte y prefería beber lento.

-Hola, ¿molesto?- Escuché una voz tras mí, me volteé...