¿𝐄𝐒 𝐔𝐍 𝐓𝐑𝐀𝐓𝐎? / ᶜʰᵃˢᵉ ᴴᵘᵈˢᵒᶰ

-45-

"Todo."

NARRADOR OMNISCIENTE.

Luego de la gran noticia qué le había dado su amigo al castaño con mechas rubias, el mismo se acercó a dónde estaba el ojos miel, para abrazarlo felizmente y trayendo su cuerpo dentro de la casa. Gritando con furor: ¡Reunión familiar!, haciendo extrañar a todos los presentes ante su hiperactividad notable.

Cuando todos, incluyendo su novia, estaban en la gran sala de la también gran cabaña, se subió arriba de la mesa hecha por una fina madera, pero la rubia no tenía fuerzas ni para reprochar eso. Sacudió sus brazos, suspiró y golpeó su mejilla para corroborar qué no era un sueño.

-Bryce, ¿qué haces?- interrumpió la castaña llamada Cynthia, quién tenía a un Kio un poco dormido en sus brazos

-No estamos para chistes malos, no ahora- reprochó Angie

-Y deberías saberlo- acotó Tina

-¿Creen qué no lo sé?- dijo de mala gana- pero no, no es una broma, ni nada de eso

-¿Entonces?- habló por primera vez Madi

Todos miraron a la rubia, quién no había parado de llorar un segundo por Griffin, pero tampoco había expresado su dolor, ni hablando, gritando o ya sea insultando. Todos estaban tan preocupados por su amigo, claro qué si, sólo qué nadie, ni Bryce, había podido parar un segundo en consolar a Madi.

Noah aún seguía junto a ella, sus manos estaban juntas pero el tampoco había hablando, ni siquiera parecía dolido o sorprendido, cómo si de alguna forma hubiera estado al pendiente a todo esto.

-Es sobre Griffin- soltó sin más, jugando con la tela de su short verañero

Griffin, una persona qué cómo ya sabrán, es importante para cada uno de los presentes, siendo considerado por otros cómo su hermano, amigo, compañero de fiestas o simplemente, el chico qué se graba durante 15 o 60 segundos en una aplicación de bailes extraños.

Kio, quién estaba casi durmido, dio un pequeño salto para poder mirar bien a su amigo. Payton, qué jugaba con un vaso tirado en el suelo, levantó rápidamente su cuello y miraba con miedo a lo qué pudiera decir su amigo.

Madi, quién apretó su labio para aguantar el llanto y sin querer pensar lo qué temía, teniendo a su amigo qué la abrazaba por los hombros. Angie y Tina estaban juntas, mirándose rápidamente y tomándose de las manos, cerrando sus ojos y creyendo qué sabían la respuesta. Corazones rotos, cuerpos cansados, mentes saturadas y más emociones acumuladas en los cuerpos de todos.

-¡Habla!- gritó quién nadie creía escuchar gritar. Ganó la atención, si, claro qué lo hizo y aún más al ver qué pudo tomar fuerzas de caminar hasta dónde sé encontraban todos

-¡Aléjate de aquí!- gritó Angie. Apretaba sus puños al igual qué sus dientes, arrugando un poco su nariz

-¿Vienés a matarnos?- preguntó Payton en tono burlón

-Pudrete, Moormeier- sacándole su medio del medio

Detrás venia su hermana, quién por pena no podía mirar a nadie. Se dedicaba en observar el piso y sintiendo su cuerpo cual gelatina.