CAPITULO 3

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Tantas horas de camino dan mucho que pensar, tantas horas sentada sobre el asiento del coche dejan que la imaginación, lo recuerdos y los pensamientos cobren sentido.

Durante las primeras tres o cuatro horas, Sol ha dormido plácidamente en el asiento del medio, haciendo resonar sus ronquidos en el interior del vehiculo; Abril ha mascado chicle mientras la música invadía su mente a través de los auriculares desde el asiento de la izquierda; Estrella a sollozado y gritado en alguna que otra ocasión desde el otro extremo; Bruno a conducido en silencio mientras yo, desde el asiento del copiloto, le daba sorbos del refresco de vez en cuando para mantenerlo despierto. Tras la primera parada en una gasolinera a pie de carretera, han intercambiado los papeles y a Sol que hasta ahora no había despertado, le ha tocado conducir mientras Bruno descansaba con la cabeza apoyada en el hombro de su hermana. De vez en cuando observaba a Bruno y Abril por el espejo a mi lado, añorando los años de nuestra infancia y deseando volver a aquellos donde lo único que hacíamos era algún que otro robo simple en una tienda de chucherías, en un centro comercial o algún piso abandonado.

A la octava o novena hora, me cambié el turno con Sol, ahora conduciendo y escuchando música con auriculares para no dormir, Bruno seguía durmiendo y Abril también había caído rendida, asi que no había otra opción que conducir el resto del camino. Mientras la música me aislaba del mundo y el camino me mantenía absorta, me imaginaba en un futuro con Bruno, Abril y mis hermanas. El día de mi boda, él cómo mi pareja, Abril como mi madrina y mis hermanas como damas de honor; un evento sencillo y privado pero asombrosamente adorado. Un futuro imposible a mis ojos y a los del mundo.

Y heme aquí, tras diecisiete horas de viaje, más de siete de ellas conduciendo, observando por el retrovisor a mi hermana pequeña, la cual me odia y cree que el sentimiento es mutuo; la cuál ignoraba hasta hace poco el plan y las verdades de nuestra familia y la cuál ignora mi relación con Bruno, teniendo ella a su vez una de hermana menor con hermano mayor sobreprotector. Observando, también, a Bruno, mi actual pareja desde hace dos años, una relación a distancia que nos costó empezar, ya que asumir que el que ha sido tu hermano por tantos años ya no te ve con los mismo ojos y tu a él tampoco es difícil. También observo a Abril, mi hermana no de sangre pero si de corazón. Con la que mantengo una relación de mejores amigas y acepta y se enorgullece profundamente de la que mantengo con Bruno, su hermano mayor. Por último, observo a Sol, hermana de sangre y de corazón con la que comparto mis días y noches, secretos y confesiones, incluso ropa y zapatos; con ella comparto todo, hasta el gen y el rostro, el físico y el interior.

El sonido del claxon me despierta, observo rápidamente la carretera a través del parabrisas y giro hacia la izquierda en un movimiento brusco al percatarme del coche que viene en mi dirección, me adentro a mi carril de nuevo y escucho los quejidos que ha provocado el golpe en todos.

-joder- se queja Sol, que se ha estampado con fuerza contra la ventana de su derecha. Lleva una mano a su cabeza y le observo de reojo como frunce el rostro por el dolor

Vuelvo la vista a la carretera y arrancó los auriculares con una mano -¿estáis bien?- pregunto preocupada mas suena como pregunta de interrogatorio

-si- contesta Abril, soltando un quejido. La miro a través del retrovisor, viendo como mueve una extemidad con lentitud, comprobando su estado -solo me he doblado la muñeca-

-¿el resto?- pregunto sin apartar los ojos del frente, atenta a los coches que vienen y van de un lado a otro

-estamos bien- responde Bruno y le veo incorporarse, mirar a los lados y cruzar miradas conmigo por el espejo -es de día- frunce el ceño -¿cuánto llevas conduciendo?, mierda, me he dormido, ¿por qué no me has despertado?-

-no era necesario, yo podía- digo, sin más y me encojo de hombros a la vez -estamos llegando, asi que espabilar- visualizo como Estrella suspira con pesadez y se frota el rostro despertando completamente -dejaremos a Bruno aquí, en su caravana y a Abril cerca del pueblo, para que no la relacionen con nadie. Aparcare el coche a las afueras y andaremos un kilómetro hasta la casa. Allí tenemos otro acorde con la personalidad de Adhara, es el que usaremos para ir al pueblo- explico sin apartar los ojos del vidrio

Las constelaciones de AdharaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora