Parte uno: El festival inaugural de la luna.

68 11 1
                                    

El festival se iba acomodando para abrir sus puertas a las supuestas hermosas atracciones que iba a presentar. La familia liones solo comía en la mesa de su sala en silencio ya que no sentían la necesidad de hablar de algún tema, solo se oían el golpe de los cubiertos contra el plato, lo demás es silencio puro.

-y...que piensan del festival que van a abrir hoy.- carolina dejo los cubiertos en el plato aun con comida para posar su vista solo en su familia, esperando una respuesta de ellos.

-pues...no lo sé ma ¿genial?- verónica miro por unos segundos a su madre y luego siguió comiendo.

-qué les pasa hoy a ustedes ah. El festival de la luna es la mejor festividad del universo, bueno solo del pueblo. Habrá fuegos artificiales, juegos divertidos, gastronomía, etc...No sé por qué no les gusta.

-carolina hija, la fiesta no será igual como lo viste antes porque no había amenazas por ningún lado, pero ahora es súper diferentes.- la anciana sé para de su silla para ir a dejar su plato vacío al fregadero.- ellas aún siguen aquí y pueden estar espiándonos en este instante.

-cuales "ellas" madre, no te entiendo.

-carolina pareces que no entiendes hija.

-abu, será que podemos hablar un momento en privado por favor.- elizabeth también llevo su plato al fregadero y comenzar a lavarlo.

-claro mijita como quieras.

-de que hablaran.- carolina se mete a la conversación por su zacear su curiosidad.

-mamá son cosas que solo mi abu me puede responder, tiene mucha experiencia por lo que se ve.

-y crees que yo no tengo elizabeth.

-mamá, no estoy diciendo que no tengas solo que ella sabe mucho más de lo que crees.

-ay cariño, la vieja está más loca que una guacharaca.

-MAMÁ.

-déjala mijita, ella tiene sus razones para decirme eso.

-entonces...podemos hablar abu.

-claro vamos a mi cuarto.

Y así fue, abuela y nieta se fueron directo a su cuarto para hablar de los extraños sueños de la albina. Carolina se puso roja como tomate por lo que acaba der ver y escuchar, no podía ser posible que su propia hija no confié en ella para decirles las cosas, solo con pensarlo se le rompe el corazón.

Prov. elizabeth

Estaba nerviosa por lo que podía pasar, de cómo iba a reaccionar mi abuela o de que me va a responder por el simple hecho de decirle de mis sueños raros. Bueno me dejo de rodeos y mejor le comienzo a decir. Ella y yo nos sentamos en su cama y mi abu me dio su típica sonrisa alegre, me transmitía mucha seguridad y sobre todo en este momento que tanto me está afectando ¿Qué me está pasando, porque me sentía mal cuando llegue? ¿Por qué los chicos de este pueblo me ven de una forma desagradable, como si quisieran partirme en pedacitos con la mirada? ¿Por qué esos sueños tan raros de un chico rubio? Todo eso merodeaba en mi cabeza que no se ni en que pensar, pero lo sabré cuando le diga a mi abuela...ella si me creerá, tengo la certeza de que si lo hará.

-haber mijita, cuéntame pues.

-bueno abu, yo te quería decir que...estoy teniendo...sueños ¿raros?

-como así que "raros".

-si...donde aparecía siempre un rubio con ojos verdes esmeralda y un montón de mujeres con vestimentas negras. También unas cruces, ríos, lobos y sobre todo...la luna.

LOBO MALDITO: la cacería de las bestiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora