¡ dos !

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¡ 𝗿𝗮𝘇𝗼́𝗻 2 !

❝ 𝙚𝙡 𝙥𝙚𝙧𝙛𝙪𝙢𝙚 𝙙𝙚 𝙫𝙖𝙞𝙣𝙞𝙡𝙡𝙖 𝙢𝙚 𝙩𝙖𝙥𝙖
𝙡𝙖𝙨 𝙫𝙞́𝙖𝙨 𝙧𝙚𝙨𝙥𝙞𝙧𝙖𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖𝙨 ( 𝙮 𝙛𝙚𝙡𝙞𝙭 𝙡𝙤
𝙪𝙨𝙖 𝙢𝙪𝙘𝙝𝙤) ❞


Luego de la hora de gimnasia, los alumnos tenían cuarenta minutos antes del almuerzo para poder bañarse. Aunque la mayoría utilizaba ese tiempo para salir un rato o adelantar trabajos, Felix adoraba bañarse y ponerse el uniforme limpio; motivo por el cual siempre llevaba su perfume favorito en la mochila.

Minho conversaba animadamente con Chris. Sus platos tenían varias verduras, una fruta para el postre y un pedazo muy pequeño de carne. A decir verdad, la comida del colegio no era exactamente su favorita. Minho utilizaba una parte de esos cuarenta minutos para ir a la cafetería y ser el primero en la fila para recibir el almuerzo, corría el rumor entre los pasillos del edificio de que los que recibían su almuerzo últimos sólo conseguían un rejunte de sobras de otros alumnos. Además, le molestaba esperar mucho tiempo parado entre estudiantes impacientes y el constante bullicio. Por eso, él y Chris solían ser de los primeros en sentarse y comer.

Cuando Felix consiguió su almuerzo, Minho estaba cerca de terminar el suyo. El australiano caminó despacito por la cafetería hasta que divisó a sus amigos sentados junto a una ventana y se acercó rápidamente. Colocó su bandeja junto a la de Minho y se sentó a su lado, rápidamente, el espacio se llenó con el aroma de su perfume.

El rubio se congeló en su lugar, la presencia de Yongbok lo ponía nervioso. Era estúpido porque hacía años eran amigos, y estaba acostumbrado a estar junto a él. O al menos eso creía, pero su corazón acelerado y sus manos sudando ligeramente decían todo lo contrario. 

—Todavía no entiendo como hacen para bañarse tan rápido —dijo Felix, llevando una verdurita a su boca.

—La gracia es, enjuagarte y listo. No nos arreglamos mucho —explicó Chris casualmente—. Si Minho tuviese que arreglarse propiamente, seguro tardaría horas y horas. Un día ustedes dos hasta pueden juntarse y arreglarse juntos para después salir.

El Lee mayor levantó los ojos de su plato y miró a Chris levantando ligeramente sus cejas. ¿De verdad Bang había dicho eso?

—Sería divertido, ¿no? —Felix habló dirigiéndose a Minho. Sonrió dejando a la vista sus dientes, y sus ojitos formaron dos pequeñas lunitas.

—Sí, sería divertido arreglarnos y salir juntos, Lix —Minho intentó hablar con total naturalidad, sonriendo con sus ojos al momento de hacerlo.

Pero su asombrosa actuación se vio cortada cuando sintió su garganta cerrarse y la falta de aire en sus pulmones. Comenzó a toser golpeándose levemente el pecho, intentando respirar con normalidad. Sin embargo, la molestia en su garganta parecía no querer irse. Felix golpeó la espalda del rubio hasta que lo notó calmarse un poco.

Minho dejo de toser, pero sus mejillas estabas rojas; ya no podría actuar como alguien sin vergüenza al hablar con Yongbok.

—¿Estás bien? —preguntó el pelirosa luego de que el mayor tomase un poco de agua.

—Sí, sí. Es que la vainilla me ahoga un poco.

Las mejillas del pecoso se colorearon de un tierno rosado camarón y sus ojitos se abrieron un poco sorprendidos. Minho creyó que nunca lo había visto tan hermoso como en ese momento.

—Puedo dejar de usar mi perfume de vainilla —un puchero se formó inconscientemente en el rostro de Felix. Se sentía culpable por haber semi-ahogado a Minho, pero por otro lado, el perfume de vainilla era su favorita.

—No —Minho respondió bruscamente. Bajo los nervios que le causaban los ojitos marrones de Felix, sintió la necesidad de seguir hablando—, te queda lindo.

Felix pareció conforme con su respuesta y volvió a enfocarse en su bandeja de comida. Mientras tanto, Minho se repetía internamente una y otra vez que no podía enamorarse de Felix, porque tendría ataques de tos cada vez que usase el extremadamente dulce —pero agradable— perfume de vainilla.  

REASONS ━ MINLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora