¡ seis !

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¡ 𝗿𝗮𝘇𝗼́𝗻 𝟲 !

❝ 𝙚́𝙡 𝙩𝙖𝙢𝙗𝙞𝙚́𝙣 𝙧𝙖𝙥𝙚𝙖,
𝙥𝙚𝙧𝙤 𝙣𝙤 𝙢𝙚𝙟𝙤𝙧 𝙦𝙪𝙚 𝙮𝙤 ❞


Desde pequeño, Minho ama las competencias de talento escolares; le gustaba presentarse frente a todos los alumnos y recibir aplausos bien merecidos por su esfuerzo. ¡Siempre le habían fascinado las competencias! Pero desde que Felix decidió que también participaría en ellas, hizo temblar las creencias de Minho.

El rubio confiaba fielmente en sus habilidades en el baile, pero cuando se enteró que su mejor amigo —y eterno interés romántico— participaría en la competencia, decidió que utilizaría sus habilidades en el rap para asegurarle una victoria segura a Felix en el baile. Definitivamente Lee Minho era el mejor amigo de todos.

Sin embargo, cuando vio el nombre del pelirrosa que se había adueñado de su corazón en la lista de los alumnos que rapearían, quiso llorar y golpearse el rostro contra la pared más cercana. ¡Había dejado el baile por Felix para que él ganase!

Ahora deberían competir entre sí y se sentiría muy mal al ver los ojitos tristes de Felix luego de perder. Porque sí, Minho no sería derrotado ni en sus peores pesadillas. Quizás respecto a mostrar sus sentimientos era un poco cobarde, pero a la hora de competir, no se guardaba nada.

Durante unas semanas, ambos prepararon sus presentaciones juntos, ayudándose a mejorar en aquellas cosas que se les complicaban y dándose las más sinceras opiniones. Felix se había atrevido a decirle a Minho que sus movimientos se veían toscos y ridículos, y aunque el rubio se rió, por dentro, su orgullo lloraba. 

Pero ahí estaba Felix, en la noche del viernes rapeando frente a padres y alumnos sin una pizca de vergüenza, mientras que un embobado Minho lo miraba como si no hubiese nada más que observar. Hyunjin miraba a su mejor amigo rubio de reojo, riéndose al ver la estúpida mueca de satisfacción instalada en el rostro de Minho.

—Cerrá la boca —dijo Hwang—, podría meterse una mosca.

El rubio bufó.

—Es que, se ve muy precioso. ¿No? Mirá como la manito que agarra el micrófono se ve diez veces más chiquita y adorable de lo que es en realidad —expresó Minho, incapaz de separar sus ojos de Felix—. Agarrar la mano de Lixie es como un sueño. 

—Decís eso siempre que Felix te toma de la mano, Minho. Ya lo sé, todos lo saben.

—Pero, no puedo dejar de repetirlo. ¡Son tan tiernas, y chiquitas, y tienen aroma a coco porque usa una crema hidratante de coco!

—SÍ, si. Muy lindo.

Minho no era realmente consciente del paso del tiempo cuando observaba a Felix o pasaba el rato con él; toda su atención estaba varada en el pelirrosa adorable que tanto quería. 

—¿Por qué siento que no estás escuchándome? —preguntó Minho después de un rato hablando en el que no recibió ninguna respuesta, mirando con un deje de tristeza a Hyunjin.

—Porque no te escucho.

—¡Hyunjin!

—Siempre decís lo mismo, sería innecesario que gaste mis capacidades auditivas en lo que decís sobre Felix casi todos los días de mi existencia.

—¿Debería enojarme?

Hyunjin se encogió de hombros.

—Como quieras.

Minho no respondió, sino que pensó que decir durante unos segundos. Y cuando Hwang estaba agradecido por no oír la voz de su mejor amigo por un tiempo, volvió a hablar.

—Creo que no voy a enojarme.

—Genial.

—¿Sabés que pensé? —preguntó, esperando una respuesta— ¿Sabés? —golpeó con el codo el brazo de Hyunjin, llamando su atención.

—¿Qué pensaste?

—Que no puedo enamorarme de Felix, porque siempre discutiríamos sobre quien rapea mejor.

Hyunjin rió bajito.

—¿No era que ya estabas enamorado de Felix?

—¡No! Sólo es mi mejor amigo.

—Como digas

El espectáculo continuó sin problemas, Felix terminó de presentarse y luego llegó el turno de Minho, quién no fue sorpresa para nadie; todos sabían que el rubio era un As en la música casi tanto como en el baile. 

En el momento de decidir quién sería el ganador de la categoría de rap, los jueces no lograron decidirse y dieron como empatados a Felix y Minho. 

—Estuviste excelente, Honnie —dijo Felix mientras los abrazaba, su voz sonaba dulce como las cerezas.

—También estuviste genial, amor.

Felix se separó del abrazo con los ojitos abiertos, sumamente sorprendido. Al principio, Minho no entendía la reacción del menor, pero un corto repaso sobre sus palabras le dio la respuesta que buscaba. Sus mejillas se enrojecieron casi al instante y sus orejas quedaron tan rojas como un tomatito.

—Perdón.

—No importa, me gusta que me llames así.

Felix volvió a abrazar a Minho y el contrario no tuvo más opción que envolverlo entre sus brazos otra vez. Llegó a la misma conclusión a la que había llegado con Hyunjin; no podía enamorarse de Felix porque nunca podrían decidir cuál de los dos era mejor rapeando.

Pero de todas formas, Felix era su amor.


REASONS ━ MINLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora