capítulo 1

208 11 0
                                    

Invitación

Narradora

Una madrugada, cálida, tranquila, con los ruiseñores cantando, todo el vecindario a esa horas del día, es un paraíso en si, sin ruidos, o personas quejándose, arropado en tu cama, plácidamente, hasta que el maldito ruido infernal del despertador, levanta a cierto castaño, pero no del todo.

-Maldición- se quejó a regañadientes, aún con la pereza de quedarse en su querida cama y dormir, tanteando en su mesita de noche para poder encontrar el bendito despertador, para callar aquel incesante ruido, y al no encontrar solución, simplemente lo voto al piso, al fin parando ese ruido, volviendo a echarse cómodamente.

.........................

Sintiendo los rayos del sol en su cara, y una pequeña corriente de viento, que lo iso temblar por un instante, removiéndose en su lugar y dándole la espalda, en un afán de que la luz no llegase asu cara, al parecer el mundo estaba en contra de que pudiese dormir hoy día.

-Papá, ya levántate! o irás tarde al trabajo!- a duras penas logro pronunciar una voz de desde abajo de la casa, más específicos en la cocina.

El nombrado, solo logro parpadear, ante el llamado de su pequeña princesa, su hija, a la par que se levantaba de la cama con pesadez en cada paso, recogía el despertador del piso, y colocarlo en su respectivo sitio.

Ya un poco más lúcido, y despierto del todo, se percato de la hora, 8:45, casi se le sale el corazón de la boca, al recordar que ese mismo día, tenía una reunión con ejecutivos, para un plan de asociación muy jugoso,para ellos y la empresa, y la hora de esa dichosa reunión era a las 8;30, si estaba cojido por completo.

Como pudo tomo, una toalla de su repisa, metiéndose a pasos apresurado al baño, estaba seguro que no debía ni ducharse, ya que así el tiempo hiba a seguir corriendo, asiendo su retraso más prolongado, pero al menos debía estar presentable, ya luego le daría una excusa a su jefe del porque de su tardanza, obviamente no le diría la verdad, del hecho de que el se quedó hasta tarde para ayudar a su pequeña con su tareas, aportándole a eso trabajos pendientes que tenía que aser ese día.

Salió a la misma velocidad con la que entro a la ducha, causando que casi se parta la cara contra el piso, a caso este día podría ser peor?, se cuestiono nuestro castaño, en su mente ya algo afligida por todo lo sucedido.

........................

Ya abajo, cambiado con su traje, que gracias a los dioses o quien sea que esté allá arriba, iluminó la abrumada cabezita por las tareas, ensayos y demás de su hija, encargándose de planchar camisa, pantalón, corbata, de su querido padre, por más pequeño que pareciera el gesto, para él era una gran asaña, todo lo que su pequeño rayito de luz isiera, era y es una asaña.

-Papá que ases ay parado, como un loco, mirando a la nada, ven y siéntate, se te ara tarde- una vos reconocible, lo saco de su transe, asiendo caso a su primogénita.

-Hola cariño, buenos días- continuamente, como si se tratase de un animal hambriento, comenzó a comer lo más rápido que pudo el de orbes amieladas.

-Te vas a atragantar papá, come con cuidado- hablo, la casi copia idéntica de dipper, exceptuando que está, tenía los ojos azulados, después de ello, era todo en todo parecido, hasta en la marca de nacimiento en su frente, la Osa mayor.

-Lo siento cariño, esque se me ase muy tarde para el trabajo- logro pronunciar, con la boca llena de los alimentos que comía, intentando pasarlos, lastimosamente solo logro atorarse en el proceso, agarrando continuamente el vaso de agua y beberlo.

A escondidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora