Desliz

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Me miro en el espejo una y otra vez, creo que estoy presentable, después de todo no es la gran cosa, solo iremos a cenar y luego cada quien por su lado, asiento antes de tomar la chaqueta que he preparado, mi atuendo no es nada del otro mundo, unos pantalones vaqueros semiajustados, un polo de color negro liso, zapatillas deportivas, una chaqueta de color blanco a juego con las zapatillas y accesorios básicos, una cadena, mi reloj,. Una pulsera y el aniño que me regalo mi padre cuando me gradué de la escuela, me aplique un poco de perfume, y peine mi cabello de acuerdo al estilo de mi vestimenta, creo que es algo casual.

Observo la hora y aún estoy a tiempo para moverme hasta el lugar, tomo mis llaves y salgo de mi apartamento para bajar hasta el estacionamiento, al llegar recuerdo que no me ha dicho en donde iremos a cenar, tendré que llamarlo para preguntar, camino hacia fuera del estacionamiento puesto que la señal allí es muy mala, no he terminado de marcar el número cuando un lujoso auto de color negro se detiene frente a mí, miro el auto por un segundo antes de ver al dueño quien sale del auto, vaya que es excéntrico, este auto cuesta por lo menos dos millones.


— Siento llegar tarde— se disculpa acercándose.

— ¿Por qué estás aquí?— pregunto guardando mi teléfono.

— Tenemos una cita— dice haciendo que frunza el ceño.

— Solo iremos a cenas— digo y reparo su vestimenta— Hugo ¿Enserio? ¿De pies a cabeza?— ruido los ojos.

— Oye tu vistes de marca igual y yo no me he quejado— dice con gracia.

— Me arrepiento de haber aceptado— digo mientras niego.

— Vamos sube— dice abriendo la puerta para mí.

— ¿Dónde iremos?— pregunto.

— No te lo diré— dice y mueve sus cejas.

— Solo para que sepas, llevo mi arma conmigo— hablo antes de sonreír y cerrar la puerta dejándolo con su sonrisa congelada.


Mantengo mi ceño fruncido, cuando acepte la invitación de Maxxert pensé que iríamos a un restaurante medianamente sofisticado y tomaríamos una simple cena, pero esto es ridículo, todo el puto restaurante fue reservado por él, reservo el mejor restaurante de la ciudad y solo para nosotros, chef del lugar nos ha atendido personalmente sugiriendo algunos platos, también compro una botella de vino de casi diez mil ¿Quién gasta diez mil en una botella de vino? Desde que llegue a este lugar no me ha dejado de doler la cabeza al ver lo excéntrico que puede ser, todo lo lleva a los limites, definitivamente él y yo no somos nada parecidos, aun cuando tengo tanto dinero como podría querer, no me gusta ir por allí demostrando que puedo comprar lo que quiera, soy feliz cenando en algún restaurante X y llevando una vida tranquila pero el, todo es a lo grande.


— No pareces sentirte bien— dice viéndome.

— No esperaba que cenar con usted fuera así— respondo antes de llevar la copa de vino a mi boca.

— Solo quiero brindarle lo mejor, además piense en esto como una celebración, ya no soy un sospechoso— dice con una flamante sonrisa encantadora— y también quiero agradecerle haberme salvado la vida— dice con seriedad.

— Mi trabajo es proteger a todos— digo viendo como el plato fuerte por fin llega.

— Espero disfrute sus pastas— dice viendo mis pastas marinera.

I'M THE OMEGA (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora