La boda 2/2

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Llegamos al casino y me ofreció sentarme en la mesa con los plebes.

- No Victor, gracias pero ya...

- Sientate con el Sara, yo y tu papá nos vamos a sentar con tu tío Javier. - dice mi mamá haciendo de las suyas.

- Ya ves, te dije que no se iban a enojar- dice el otro ya muy sonriente.

- Vamos pues- mi mamá me dio mi bolsa y víctor me tomo de la mano llevándome a su mesa.

- ¿Volvieron? - pregunta chiquete contento.

- Aun no - dice víctor riéndose.

Solo me reí junto con ellos y saludé a los otros de la mesa, topándome con Kenya, la supuesta ex de Víctor. En cuanto me miro torció los ojos, importándome poco me acerque a saludarla, no iba a ser igual que ella de maleducada.

Víctor se dio cuenta de la incomodidad en la mesa que me pidió acompañarlo por algo de tomar.

- Te juro que no sabia que ella iba a venir.
- No pasa nada.
- Si pasa- 
Antes de que hablara lo interrumpí.
- No tienes por que darme explicaciones, no somos nada, amigos y ya.
- Si, amigos y ya - repitió suspirando.

Deje que pidiera lo suyo y fui al baño.
Realmente me había molestado por verla ahí, pero yo no tenía por qué reclamarle nada.

Regrese del baño y le pedí el carro a mi tío, iría a cambiarme no me siento cómoda, pero no iba a ponerme lo mismo de siempre, ahora que volví a ver a Víctor no se lo iba a dejar a esta estupida.

Algo que no pueda cerrar la boca al verme. Cerré la puerta de mi departamento y volvi a la fiesta.

Aun temiendo caer con los tacones que llevaba puestos, caminé por todo el casino con la cabeza en alto y como una diva. El objetivo nos estaba mirando, llegue a devolverle las llaves al dueño del coche, y acercándome a su mesa comenzó a tocar el Mariachi.

Llegue a la mesa y todos me miraban de reojo entre  sorprendidos y boquiabiertos creo que en toda mi vida nunca habia usado algo así de ceñido, la ocasión lo amerita y también el motivo es válido.

Me senté al lado de Víctor y el fotógrafo nuevamente llego a tomarnos fotos.

- Oiga acá estamos nosotros - dice enrique algo molesto con el tipo de la cámara.

Les tomo fotos a ellos y ya trajeron la comida, comimos, bailamos, tomamos, bailamos otra vez y seguimos tomando.

A tal punto de que Víctor y yo ya andábamos beso y beso.

La fiesta se acabó pero esperamos que se nos bajara a todos.
Mis papás se fueron con mi tío y Víctor le dijo a mi mamá que el me llevaba.

Y así fue, a medio camino de llegar a mi casa se soltó un tormenton.

Llegamos a la entrada del edificio.

- Espérate a que se calme un poco - dice apagando el carro.

Nos quedamos en silencio, y nos volteamos a mirar al mismo tiempo.

Se acercó a mi y me tomo de la cara besándome fogosamente, me tomo por la cintura y me dirigió haciendo que me brincara a su asiento, me monte a horcajadas sobre el.

Le bese el cuello mientras el subía mi vestido para tocar mis glúteos repartiendo unas cuantas nalgadas a su paso. Haciéndome gemir al contacto de sus frias manos.

- Vamos arriba - digo agitada.

Bajamos del carro y poco nos importó la lluvia, me tomo de la mano y entramos al ascensor, me aventó a la esquina de este tomándome de los muslos y haciéndome notar lo duro que ya estaba.

Al llegar a nuestro piso me bajo, busque la llave en mi bolsa teniéndolo atrás de mi besando mi cuello y apretando mis senos por arriba del vestido.
Abrí la puerta ansiosa de llegar al cuarto. Me tomo de la cintura y me recargo en la pared.

Me comenzó a besar el cuello mientras yo le quitaba el saco y empezaba a desabotonar su camisa.

Me dio vuelta, jalando las tiras que mi vestido llevaba en la espalda, con eso bastó para que esté callera al suelo, dejándome en bragas.

Llegamos a la cama e hice que el se sentara, agachándome a su altura para besarlo, me fui incando poco a poco sin dejar de besarlo.

Le quite el fajo y el pantalón, también los zapatos que tenía.

Me levante y el también pero ahora fue el quien hizo que yo me sentara, me quito los tacones y se inco delante de mi, con sus manos separo mis piernas y empezó a besar el interior de mis muslos, tomo mis bragas de los extremos y las fue bajando lentamente.

Empujó levemente mi abdomen indicándome que me acostara, y puso mis piernas en sus hombros.

Acercó su cara y con su lengua separó mis pliegues que a estas alturas ya estaban empapados. Siguió con un lento vaivén haciéndome notar lo mojada que ya estaba.

Yo apretaba mis pechos fuertemente por el placer que su lengua me provocaba. Siempre fue bueno con la lengua.

Baje una de mis manos presionando más su cabeza, mis piernas empezaron a temblar y el lo noto, por lo que llevo una de sus manos, introdujo dos dedos sin dejar de estimularme con le lengua, lo metía y sacaba rápidamente haciendo gritar de placer al alcanzar el orgasmo.

Subio a la cama y gateo hasta quedar arriba de mi, separó más mis piernas, bajo sus bóxers y se masturbo un poco para después alinearse a mi entrada.

Tomo una de mis piernas y la puso en su cadera introduciéndose duramente en mi interior.

Sus estocadas eran duras y rápidas, lleve mis manos a su espalda arañando un poco, a pesar de la estimulación, era bastante grande y aún sentía dolor.

El gemía en mi oído mientras las gotas de sudor resbalaban en su frente, me besaba lentamente y con ternura.

Aumento el ritmo mientras tomaba mis manos y las llevaba arriba de mi cabeza presionándolas con sus manos, acercó su cara a mi cuello y empezó a morderlo con delicadeza.

Enrede ambas piernas en sus caderas pidiéndole más, me complacía cómo nadie y eso era una de las tantas cosas que me gustan de él.

Nos dio vuelta dejando a mi arriba, puse mis manos en su abdomen y empeze a moverme a mi gusto haciendo que el lleve sus manos a mis caderas presionando hacía abajo.

Empecé a subir y bajar rápidamente causando que el pronunciara mi nombre con la voz ronca.

Bastó unos cuantos movimientos para alcanzar otro orgasmo, pero este fue juntos.

Me tumbe en su pecho y el llevo sus manos a mi cabello peinándolo un poco.

Bese su cuello y el bajo su cabeza buscando mi boca.

- Te extrañe mucho Sarita - dice en voz baja y empezando a besarme lentamente.

One Shots - Los toysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora